Tamburini retorna al ruedo de la plástica

Después de varios años sin exponer y como debatiéndose entre renovarse o morir, el artista Fernando Tamburini regresa a la Galería Altos de Chavón para presentar su exposición ‘Trabajos recientes’.

Son 13 obras que hablan de una novedosa colección de su última cosecha plástica en la que nos sorprende con una iconografía espectacular ensamblada en escultopinturas. Posee un derroche de color, imaginación y apuesta a lo caribeño, con una alegría que nos contagia y desafía.

Fernando, originario de Barahona, tiene en su arte la insularidad dominicana. Es pintor escultor, instalador y diseñador, y deja en cada impronta de su arte una mezcolanza con las referencias de su entorno: la vegetación más expresiva, la cadencia de sus colores estridentes, furia y calma; mito y señuelo; diseño inteligente y una codificación que va más allá de lo telúrico y lo lúdico hasta llegar como un profeta a pregonar los mejores valores de nuestra idiosincrasia tropical.

Original y fecundo, se refugia en los frutos de la tierra, las flores de nuestros campos, el azul del cielo desdibujado por centenares de puntitos luminosos; palma y cactus, nubes y sol entrelazados como hermanos gemelos; olas y montañas, y paloma y viento, sorteando cada obra que se nos antoja.

Producción Su obra es expresiva y colindante con nuestros sentimientos, amenizado por la cadencia de la música isleña, de repicar de tambores que ponen el ritmo a la etnia afroantillana.

Tamburini es conocido por su colorido trabajo en la que predomina la gran cultura de nuestro pueblo dominicano. Sus obras han sido comparadas a las de Marc Chagall por ser un retrato lírico de la vida campesina. Tiene un mágico realismo y temas de fantasía que deleitan al espectador. Stephen Kaplan, rector de la Escuela de Diseño de Altos de Chavón ha llamado a Tamburini, ‘el Chagall dominicano’.