Salud

Tecnología ponible

Orientaciones para dar un uso adecuado a los ‘wearables’

Jaclin CamposSanto Domingo, RD

Los wearables, dispositivos tecnológicos ponibles que ayudan a monitorear datos básicos de salud, llegaron para quedarse y su popularidad continúa en aumento.

Este tipo de tecnología es uno de los sectores de más rápido crecimiento de la industria tecnológica, señala el documento Guidance for wearable health solutions (Orientación para soluciones de salud ponibles), presentado este enero en el Consumer Electronics Show (CES), en Las Vegas, Nevada (Estados Unidos).

La guía, elaborada por especialistas de la Heart Rhythm Society (HRS) y la Consumer Technology Association (CTA), advierte que el auge de los wearables implica retos tanto para los consumidores como para el personal médico y los organismos encargados de regular el sector.

La tecnología ponible te ayuda a comprender tu salud de tres maneras, dicen los autores de la guía: al rastrear tu propia actividad diaria, al compartir tu actividad diaria con amigos, compañeros y familiares, y al compartir tu información personal de salud con un médico o un entrenador personal.

La tecnología portátil tiene el potencial de ayudar al personal de salud a acceder a los datos correctos en el momento correcto. “Esto ofrece la promesa de diagnósticos más tempranos y precisos, tratamientos más personalizados y mejores resultados”, añaden.

Este tipo de dispositivos mide datos como cantidad de pasos, tiempo de actividad física, calorías quemadas, frecuencia cardíaca, ritmo cardiaco, presión sanguínea, cantidad y calidad del sueño, nivel de glucosa y temperatura corporal.

Entre los aparatos más usados se encuentran los relojes inteligentes, pero la tecnología ponible abarca podómetros, bandas de seguimiento de actividad, gafas inteligentes, gafas de realidad virtual y realidad aumentada, auriculares, zapatos, ropa y joyas inteligentes.

Implicaciones Gracias a los wearables los consumidores pueden monitorear sus datos básicos de salud, pero a la vez se enfrentan a una cantidad de información que tal vez no sepan cómo interpretar y utilizar.

Como con otro tipo de avances tecnológicos hoy, existen aprensiones relativas a la protección de la información personal. “Cuando observa detenidamente la política de privacidad, puede saber que aunque es el propietario de su dispositivo, es posible que no posea sus datos y que dichos datos se puedan compartir con terceros”, advierte la guía.

Para el personal médico, en tanto, implica un cambio en su rol de “guardianes de la información de salud”.

“Ese papel está cambiando a medida que los pacientes desean acceder y controlar sus propios datos de salud”, señala el documento.

Por otro lado, advierten la HRS y la CTA, las organizaciones de salud deberán invertir en tecnología e infraestructura sólidas. “Deberán asegurarse de que los datos recopilados estén encriptados, resumidos e importados correctamente en un registro de salud electrónico”.

Si has adquirido un wearable y estás preocupado por tu salud cardíaca, los autores de la guía Guidance for wearable health solutions, contestan cinco preguntas básicas para saber cómo usarlo:

1. Tengo la tecnología; ahora, ¿con qué frecuencia debo controlar mi frecuencia cardíaca? Es importante recordar que la mayoría de las personas no necesitan tener actividad continua o monitoreo de la frecuencia cardíaca por razones clínicas. La mayoría de los wearables son principalmente aptos para el ejercicio y el bienestar. En segundo lugar, los wearables no son un sustituto de los dispositivos médicos recetados por un médico.

2. ¿Qué es una frecuencia cardíaca alta? Muchos dispositivos portátiles pueden detectar y registrar la frecuencia cardíaca y ayudar a detectar cambios con el tiempo. Tu ritmo cardíaco puede subir o bajar por una variedad de razones. Por ejemplo, si tienes un resfriado o fiebre, puedes ver un aumento en tu ritmo cardíaco. Los cambios bruscos en la frecuencia cardíaca o una notificación de ritmo irregular observada en algunos relojes inteligentes pueden significar un ritmo cardíaco anormal. Debes comunicarte con tu médico si notas algún cambio que te preocupe.

3. ¿Qué pasa si mi dispositivo detecta algo anormal? Cuando se usa un dispositivo portátil para rastrear el ritmo cardíaco o la presión arterial, es importante comprender lo que es normal para ti como adulto promedio. Habla con su médico acerca de lo que es normal para ti. Si experimentas síntomas como un ritmo cardíaco rápido, o la sensación de que tu pecho late con fuerza, se agita o se desploma, tu médico puede usar un dispositivo médicamente aprobado para detectar tu ritmo cardíaco a través de un ECG. Un ECG es un gráfico de la actividad eléctrica de tu corazón y puede determinar la frecuencia y el ritmo cardíacos.

4. ¿Qué hago con los datos? La mayoría de los wearables vienen con una aplicación móvil que recopila y rastrea datos para el usuario. Estas aplicaciones te ayudarán a comprender lo que significan los datos y a rastrearlos a lo largo del tiempo. Si notas cambios significativos con el tiempo o eventos repetidos, puedes tener un problema de salud. La recopilación de datos a lo largo del tiempo ayudará a tu médico a comprender lo que está sucediendo y lo ayudará a determinar el siguiente mejor curso de acción, si corresponde.

5. ¿Cuándo llamo a mi médico? Es importante, incluso en individuos sanos, hacerse chequeos regulares con su médico u otro clínico. Si no te sientes bien o tienes síntomas como ritmo cardíaco acelerado, mareos o revoloteo en tu corazón, debes hablar con tu médico. Si recibes una notificación, como “posible fibrilación auricular”, de tu dispositivo o algo no es normal (por ejemplo, frecuencia cardíaca alta o baja, presión arterial alta o baja), continúa monitoreando y hablando con tu médico. Si recibes una notificación de tu dispositivo y estás tomando medicamentos, no comiences, suspendas ni realices ningún cambio en tus medicamentos sin hablar primero con tu médico.

PROS Y CONTRAS Lo bueno. Acceso inmediato a datos de salud en tiempo real. Motivación y aliento frente a las metas de salud. Responsabilidad a través del seguimiento y monitoreo del progreso personal. Potencial para la detección temprana de enfermedades agudas y condiciones crónicas. Mejora en la relación paciente-médico. Mejora en la toma de decisiones clínicas.

Lo malo. Variable precisión de datos y potencial para lecturas falsas. Beneficios de salud no comprobados. Accesibilidad limitada debido a costos o acceso a Internet. Sobrecarga de datos para el paciente y para su médico. Aún no pueden integrarse con los registros de salud. Amenazas a la privacidad y seguridad de los datos.