Salud

PSICOLOGÍA

Cultivando nuestra mejor versión en el nuevo año

EFE / María Jesús RibasSanto Domingo

Conocimiento, reflexión, pasión, voluntad…Para llegar a cualquier éxito o triunfo en la vida hace falta cultivar estas cualidades y aplicarlas sistemáticamente, según la psiquiatra Marian Rojas-Estapé.

“Para conseguir una vida plena también hacen falta ganas de vivir, es decir que, a pesar de los avatares diarios, luchemos por ser lo mejor que podamos siempre, algo que se aprende viviendo, disfrutando, sintiendo y paladeando la vida, pero sobre todo cayéndonos y volviéndonos a levantar”, señala la especialista.

“Construir este venturoso día a día, es decir Tu mejor Versión o TMV, también requiere contar con un proyecto de vida, porque de lo contrario seremos esclavos de lo inmediato y de la gratificación instantánea", señala en su nuevo libro ‘Cómo hacer que te pasen cosas buenas’.

La doctora Rojas-Estapé (https://marianrojas.com) psiquiatra y licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra (norte de España), trabaja en el Instituto Español de Investigaciones Psiquiátricas (https://ieip.es) en Madrid y es profesora invitada de la escuela de negocios IPADE en México.

En 2018 comenzó el proyecto Ilussio (https://ilussio.com) sobre emociones y motivación, enfocado en conseguir TMV en el ámbito empresarial, bajo el concepto de que “el éxito no es la clave de la felicidad, sino que la felicidad es la clave del éxito”.

LA FUERZA DE TENER UN PROPÓSITO VITAL.

Para esta psiquiatra, “tener un proyecto vital es algo básico y muy recomendable”, un componente fundamental en la ecuación de TMV, tanto en la empresa como en la vida.

“Séneca decía que ‘la suerte es donde confluyen la preparación y la oportunidad’ y esto se traduce en algo así: cuánto más preparado estoy; cuánto más me formo y sé lo que quiero, entonces mi mente va a ser más capaz de percibir las oportunidades”, señala a Efe.

Explica que el proyecto de vida está íntimamente ligado con el propósito de vida, o ‘Ikigai’, como lo denominan los japoneses, es decir, con encontrarle un propósito a nuestra existencia.

“Hay que fijarse metas y objetivos. Las metas son a largo plazo, los objetivos a corto. Por algo los clásicos decían que ‘no existe viento favorable para quien no sabe adónde va“, apunta esta psiquiatra.

Recalca que quien no tiene un plan, quien no tiene un proyecto de vida, es esclavo de lo inmediato, de una tendencia o una moda, o de un sentimiento fugaz.

“Es una persona que reacciona según impulsos, emociones o sentimientos, por lo que se convierte en alguien tremendamente manipulable, más aún en esta sociedad nuestra”, señala.

Para Rojas-Estapé, el punto de partida de un proyecto de vida consiste en tener un foco donde agarrarse y apoyarse. “Hay que tener un plan, ser realista y salir a buscarlo”, enfatiza.

“Pocas cosas puede ser tan perjudiciales como la frase ‘llegará cuando menos te lo esperes’, ya que esto nos lleva a una actitud pasiva, a la espera, que puede ser muy peligrosa..., porque quizá nunca llegue nada”, advierte.

“Tener un plan conlleva la satisfacción personal de ser capaz de paladear los diferentes logros o hitos que se van alcanzando. Ahí, en esos pequeños pasos, radica la verdadera felicidad”, destaca.

Aunque advierte: “¡Cuidado con irnos al extremo contrario donde uno se obsesiona con una meta. Es fundamental saber reconducir los planes según las circunstancias, porque de lo contrario uno puede acabar profundamente frustrado ante el fracaso”.

ALGUNAS CLAVES PARA SER MEJORES PERSONAS.

Para desarrollar un proyecto vital “lo más importante es realizar un ejercicio de introspección”, señala Rojas-Estapé, quien traslada a Efe una serie de sugerencias:.

- ¿Quién soy?.

“Al intentar respondernos, surgen aquí distintas facetas: ¿cómo me ve la gente?, ¿quién creo que soy yo?, ¿cuál es mi verdadera esencia? Y finalmente, ¿qué imagen proyecto en las RRSS (redes sociales)?”, señala esta psiquiatra.

“Tiene que existir una buena coherencia de vida para que uno pueda definirse como ser humano y definir sus metas”, apunta.

- ¿Cuáles son mis fortalezas?.

“Los triunfadores son aquellos que disfrutan de su trabajo y son excelentes en algo específico. Intentan potenciar sus fortalezas y sus capacidades enfocándose en incrementar algo en lo que son buenos o les gusta”, indica Rojas-Estapé.

“Pero cuidado con obsesionarse con los defectos o limitaciones que uno tiene, porque eso hace que sea muy difícil enfocarse en un proyecto positivo. Nuestros defectos no tienen por qué perjudicarnos si los conocemos y somos capaces de neutralizarlos con nuestras fortalezas”, reflexiona.

- ¿Cuáles son mis valores en la vida?.

“Es clave sincerarse con uno mismo. Esos valores pueden ser el dinero, la ambición, la familia, la empresa...” , señala esta psiquiatra, para quien es fundamental “ser coherente con lo que uno busca”.

“Si uno no tiene clara esta respuesta puede guiarse respondiendo otra pregunta: ¿cómo me gustaría que me recordaran mis padres, hijos, hermanos, amigos.... ? Aquí las respuestas van surgiendo y así vamos encontrando el ansiado ‘ikigai’ del que hablan los japoneses”, puntualiza.

- Visualiza eso que deseas.

“Hoy en día sabemos, y está científicamente demostrado, que se producen cambios en el cerebro de las personas que se ilusionan por conseguir sus metas y objetivos”, señala Rojas-Estapé.

Señala que “la mente atrae, gracias a circuitos neuronales, aquello que uno desea”, aunque aclara que ello no significa que lo que uno desea vaya a aparecer de golpe, sino que la mente hará todo lo posible por visualizar (imaginar, atender, detectar, observar…) temas relacionados con ese objetivo.

- ¿Cuál es el primer paso que tengo que dar?.

Pregunta que debemos formularnos para hacer realidad ese proyecto que nos gusta. “En este aspecto, a veces hay que comenzar por formarse, estudiar, leer, investigar sobre quienes hagan cosas similares”, propone.

“Probablemente haya otras personas en el mundo con inquietudes o temas parecidos y puede ser de utilidad analizar su recorrido. Surgen aquí los denominados ‘modelos de identidad’: vidas de personas que por su ejemplo, integridad, superación o creatividad nos impulsan en nuestro proyecto de vida”, destaca.

- No hay que precipitarse.

Esta psiquiatra recomienda avanzar poco a poco y con pasos firmes, ya que “nunca tendremos la seguridad completa de que todo irá bien pero `quien no arriesga no gana´”.

“No todo el mundo tiene la suerte de trabajar, de dedicarse a algo que le encante o de satisfacer su proyecto de vida, pero la persona feliz es aquella que ama lo que hace y que intenta hacerlo de la mejor manera posible”, concluye Rojas-Estapé.