APORTES

Fundación Tzu Chi: Continúa sus grandes aportes al país

Algunas de las importantes actividades realizadas en 2019 por Tzu Chi a lo largo y ancho del país. CORTESÍA DE LA FUNDACIÓN TZU CHI

Algunas de las importantes actividades realizadas en 2019 por Tzu Chi a lo largo y ancho del país. CORTESÍA DE LA FUNDACIÓN TZU CHI

Los días más esperados de los niños de la Escuela Tzu Chi en la comunidad de Villa Hermosa, La Romana, son cuando reciben uniformes, útiles escolares y manzanas. Desde hace más de 20 años ha sido costumbre de la Fundación Tzu Chi de Taiwán brindar amor y cariño a los 600 niños que estudian en ese centro educativo construido con fondos e instrucciones de la Gran Maestra Cheng Yen.

Este año, esos días de alegría se incrementaron con la realización del campamento divertido de Tzu Chi, donde alrededor de 100 niños de cuarto y quinto grados aprendieron las palabras básicas de chino mandarín, tema de reciclaje, higiene personal y otras manifestaciones que enriquecieron sus horizontes culturales con la dinámica de los voluntarios de la fundación durante las dos semanas del verano.

La semilla de Taiwán vino a esa empobrecida comunidad a partir del año 1998, cuando el país fue azotado por el huracán George. En estos más de 20 años, no solamente se ha beneficiado a los niños, sino también a los adultos de la comunidad villa hermosa que se han integrado con entusiasmo a los labores de la Fundación.

El proyecto de comida caliente es una realidad gracias al esfuerzo de un grupo de señoras humildes de la comunidad que se reúnen semanalmente y preparan comida vegetariana para 33 ancianos. Ellas no solamente llevan ese plato de comida semanal a las personas convalecientes, sino también el amor y la compañía que necesitan.

Otras de las labores que durante el presente año la Fundación Tzu Chi realizó en la escuela que lleva su nombre fue la realización de operativos de salud bucal, así como consultas clínicas de manera periódica.

Otras comunicades El amor de la Fundación Tzu Chi no solo sigue en La Romana, también expandió a otras comunidades.

En la Escuela “Hermanas Bucarelly” de Baní, se realizaron clases de yoga para niños que se mostraron interesados en conocer las técnicas de de estos ejercicios.

En el Centro de Corrección y Rehabilitación de Monte Plata se donaron cantinas para llevar la comida a los allí recluidos.

En dos centros educativos de la comunidad Ramón Santana se efectuó la donación de zapatos. Las actividades fueron en la Escuela Básica Federico Bermúdez y en el liceo Federico Bermúdez. También se visitaron y se llevaron donativos y alimentos al hogar de ancianos San Francisco de Asís en Santo Domingo y a un recinto igual La Romana.

A pesar de camino rocoso y malo, los voluntarios llevaron una importante donación de alimentos y frazadas a las 37 familias que viven en las montañas de Las Lagunetas, perteneciente al Municipio San José de Ocoa. Allí, junto a los niños taiwaneses residentes en el país, llevaron a los necesitados un mensaje de amor y compasión, sin distinguir la religión ni la nacionalidad. Taiwaneses y dominicanos se reunieron en la pequeña escuela donde estudian en una sola aula los seis cursos de la educación básica y, entre juegos recibieron mochilas y meriendas y la alegría de los voluntarios Tzu Chi que asistieron junto con las hermanas taiwanesas.

En todas esas donaciones, la Fundación en la República Dominicana hizo primero un levantamiento del lugar con sus características, para determinar los donativos que eran más necesarios, así como la cantidad de familias más necesitadas. Después se hizo la compra y se escogió la fecha para realizar el donativo. En todos los casos, se llevó rel mensaje de la maestra Cheng Yen.

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