Salud

Cómo tener familias sanas: El psiquiatra sugiere un equilibrio entre la salud mental y las necesidades sociales

Saraceno estima necesario revertir cifras alarmantes: Cada 40 segundos se suicida una persona en el mundo, la segunda causa de muerte luego de accidentes de tránsito.

Visitar manicomios en cerca de 50 países ha convertido al neurólogo y psiquiatra Benedetto Saraceno en un promotor incansable de la salud mental comunitaria, a su juicio la mejor manera de garantizar una asistencia oportuna y efectiva a personas con trastornos psicosociales.

Paradójicamente, los más espantosos hospitales psiquiátricos los ha encontrado en el continente cuna de los derechos humanos: Europa. El profesional de la conducta refiere que los hospitales psiquiátricos en Europa del Este son una vergüenza, especialmente en los países surgidos de la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

Citó el caso de Vilna, capital de Lituania, en el norte de Europa, donde todavía higienizan a los enfermos mentales con el chorro a presión de una manguera, las habitaciones parecen cárceles y observó perros para custodiar a los pacientes. “Es una cosa espantosa”, dijo, tras precisar que igual ocurre en Kazajistán, Georgia, Moldavia y otros países que se han quedado estancados en el medioevo en materia de asistencia psiquiátrica.

Saraceno, quien ha escrito diez libros traducidos a diferentes idiomas y cerca de 200 artículos en revistas científicas, puntualiza que la “miseria manicomial” existe sin importar que se trate de países con gobiernos de izquierda o de derecha, predominantemente católico o protestante, con democracia o dictadura, de bajos o elevados ingresos.

“Muy pocos están en proceso de cambio”, lamentó el especialista, quien cita el poco avance en la transformación de los manicomios desde que la declaración de Caracas, emitida el 14 de noviembre de 1990 durante la Conferencia sobre Reestructuración de la Atención Psiquiátrica en América Latina, sugirió su eliminación para dar paso a centros de rehabilitación psicosocial centrados en el respeto de los derechos humanos de las personas con diversos trastornos mentales.

En la acera opuesta, puso los ejemplos de Italia, Andalucía, Irlanda y Escocia, donde cerraron los hospitales psiquiátricos para dar paso a una atención enfocada en la rehabilitación y la inclusión.

Con respecto a Latinoamérica, refiere que Chile ha integrado con éxito salud mental y atención primaria, mientras Perú ha logrado expandir la atención comunitaria en ese ámbito, pero ambos países aún conservan sus manicomios.

Su visión del país Consideró que en República Dominicana, pese a las limitaciones que todavía existen, deben sentirse satisfechos por los cambios en esa materia, ya que no sólo se eliminó el antiguo psiquiátrico, sino que ya hay unidades para tratar a pacientes crónicos en los principales hospitales del país y también se inició la capacitación del personal en centros de atención primaria.

“Lo interesante de República Dominicana es que lo ha hecho al mismo tiempo, no ha comenzado por un lado dejando lo otro, lo que le permite tener una reforma armónica”, expresó el ex director de Salud Mental de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Cuando Saraceno visitó el país en noviembre del año pasado, el Centro de Rehabilitación Psicosocial (CRPS), creado luego de la eliminación del antiguo manicomio del kilómetro 28 de la autopista Duarte, tenía 95 pacientes y ahora hay 84, lo que considera una política apropiada, porque permitió devolver a su entorno a once pacientes.

“Noté este avance, muy importante, y noté que se están nombrando y capacitndo a profesionales para los nuevos centros de salud mental”, declaró el experto.

Otro logro intangible del país, precisó en entrevista para LISTÍN DIARIO, es la motivación de los jóvenes psiquiatras, a quienes ha visto asumir un discurso transformativo de la salud mental, tomando en cuenta el debido respeto a los derechos ciudadanos.

Sus anhelos El psiquiatra italiano, quien ha acuñado la consigna “Manicomios, nunca más” emitida en la Declaración de Cararas, aspira a una atención en salud mental a escala mundial que garantice a los pacientes sus derechos de ciudadanía, libertad e inclusión, lo que entiende nunca podrá lograrse en lugares cerrados y aislados de las comunidades.

“Si tengo presencia en la comunidad, puedo contar con la parroquia, con el club deportivo, la asociación cultural, las ONG, el partido político, todo este aporte es un recurso adicional. La salud mental comunitaria no es tener un ambulatorio con una dirección postal en la comunidad”, indicó. ?

En su juventud ejerció como neurólogo, pero luego abrazó la psiquiatría porque entendió que ser médico no se limita a practicar una técnica, sino a tener también un poder transformativo en la vida de las personas.

El modelo de salud mental basado en la comunidad que Saraceno defiende ardorosamente tiene a su modo de ver una gran ventaja: Costo-efectividad, ya que permite al mismo costo brindar una asistencia en la que cada persona reciba lo que realmente necesita.

El secretario general del Instituto Lisboa para la Salud Mental Global dijo que en sus diálogos con ministros de Salud a escala mundial antes preguntaban por qué eliminar un manicomio, pero ahora debido al nivel de conciencia logrado su principal interrogante es ¿cómo hacerlo?

Un servicio de salud mental con enfoque comunitario -plantea el también embajador mundial de las Olimpiadas Especiales- debe garantizar accesibilidad cuando se necesita y entender que la comunidad también es una fuente de recursos humanos.

El médico. El secretario general del Instituto Lisboa para la Salud Mental Global ejerció primero como neurólogo, pero luego abrazó la psiquiatría porque entendió que ser médico no se limita a practicar una técnica, sino a tener también un poder transformativo en la vida de las personas.

Enfoque. El neurólogo-psiquiatra plantea que un servicio de salud mental descentralizado debe garantizar accesibilidad cuando se necesita, y entender que la comunidad también es una fuente importante de recursos humanos.