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DISEÑO

Mercy Jácquez: Pionera de la moda dominicana con un sello que nunca expira

Laura Ortiz GüichardoSanto Domingo

Aunque sus inicios en el mundo de la alta costura local datan de hace 40 años, hoy en día, incluso para las nuevas generaciones y los no tan conocedores sobre la moda, el nombre de Mercy Jácquez sigue siendo conocido.

Esto no solo se debe a que fue la primera mujer en impulsar la moda dominicana o que gracias a sus exquisitas creaciones y arduo trabajo ha logrado obtener múltiples reconocimientos. También tiene mucho que ver con su deseo de instruir y compartir sus conocimientos con todo aquel que tenga vocación y pasión por el diseño a través de su academia de formación superior.

Pero lograr pararse en el último escalón de la escalera del éxito le ha costado más de lo que muchos piensan. “Yo dije que me iba a Nueva York porque quería ser alguien. Fue una decisión arriesgada porque allá no tenía más que unos primos y una amiga que me recibió”, comenta.

A los tres días de haber llegado a la Gran Manzana consiguió un trabajo en una fábrica de carteras. ¿Lo curioso del caso? “Nunca había trabajo con máquinas industriales, nunca había hecho carteras en mi vida y solo tenía un dominio muy básico del inglés”, expresa Jácquez entre risas, recordando que desde ese momento su deseo de superación fue su motor principal para luchar por obtener lo que quería. Y sí que lo logró, pues a tan solo dos meses de haber llegado ya tenía instalado su propio estudio y se mudó sola.

En suelo estadounidense duró una década, tiempo que aprovechó al máximo. Allí realizó sus estudios de nivel secundario y estudió diseño en Columbia University, además de trabajar en el Fashion District de Nueva York.

En 1978, diez años después de haberse ido, Jácquez considera la opción de volver a su tierra natal a raíz de una carta que recibió por parte del entonces presidente dominicano Joaquín Balaguer, en la que le expresaba que el país necesitaba de mujeres como ella. Tras aceptar la propuesta, su vida de vuelta a República Dominicana no fue como ella esperaba.

“Seguido llegué monté mi taller, que lo utilizaba para producción, pero con el tiempo empezaron a llegar jóvenes con el deseo de aprender sobre el diseño y no pude negarme”, relata sobre aquel suceso fortuito que poco después dio paso a instaurar de manera formal el Instituto Técnico Superior Mercy Jácquez, el primer centro de educación técnica del país en el área del arte y el diseño de modas.

Tras preguntarle sobre si al volver a su país de origen en un principio fue difícil dedicarse al mundo de la moda, no titubea al responder con un contundente ‘no’. Y pasa a explicar: “Yo tenía mucho respaldo de medios locales, sobre todo del LISTÍN DIARIO y de don Rafael Herrera. Me movía para dar a conocer mi trabajo y nunca me quedaba quieta porque siempre he sido muy independiente”.

Premios

Los reconocimientos que ha recibido son muchos, por lo que es casi imposible atesorarlos todos en su memoria.Para eso tiene una extensa carpeta en la que guarda cada uno de los premios otorgados a su persona, además de fotos de sus primeros diseños y publicaciones de periódicos que resaltan su trayectoria.

Entre los galardones en tierras extranjeras, la afamada diseñadora recibió el premio internacional de líder de exportación por su firma Casa Mercy Jácquez en el año 1990, en Madrid.

En territorio norteamericano, recibió por parte del Hall of Fame el reconocimiento a Revelación del Año, además de una proclama por parte del senador de Nueva York Adriano Espaillat en 2016, en la que reconoce sus aportes al desarrollo de la moda en República Dominicana.

Mientras, en el país, el Consejo Universitario de la Universidad Autónoma de Santo Domingo rindió mérito a su trayectoria con el galardón de Profesor Honorario de la Facultad de Artes en el 2016, por su gran contribución a la formación de diseñadores de moda dominicanos.

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