CÁNCER DE MAMA
Quimioterapia: Una aliada en contra del cáncer
Así como ha sucedido con muchos descubrimientos científicos, el azar y la casualidad han llevado a la producción de nuevos tratamientos contra enfermedades, uno de estos ejemplos: la quimioterapia.
Es el uso de fármacos que destruyen las células cancerosas, evita que crezcan, se multipliquen y diseminen por todo el cuerpo.
Este tratamiento tiene un 99% de probabilidad de éxito en sus resultados, así que no vale el sufrimiento ni la pena el uno por ciento restante, considera la oncóloga Glenny Tapia Montero, del Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).
La quimioterapia es la aliada número uno contra esta lucha; fue descubierta en la década de 1940 con los primeros usos del gas mostaza como medicina experimental (gas químico que se usaba como arma en la Primera Guerra Mundial), aunque tuvo su mayor impacto en 1970 con las antraciclinas y taxanos, agentes quimioterapéuticos usados en el tratamiento coadyuvante y neoadyuvante del cáncer de mama en su estado inicial.
Aspectos positivos
Otros tipos de fármacos también tratan el cáncer, como la terapia dirigida que bloquea los genes o las proteínas que se encuentran en las células cancerosas; otros, incluyen hormonas y fármacos que actúan junto con el sistema inmunitario. En contraposición, la quimioterapia disminuye el riesgo de una recidiva (que el cáncer vuelva al lugar del tumor original o en otras partes del cuerpo), tiene un alto índice de posibilidades de cura y mejora la calidad de vida. Otro punto favorable es que el mayor resultado se obtiene en pacientes menopáusicos con receptores hormonales fuertemente positivos, incentiva la oncóloga.