Una persona aparentemente feliz también puede quitarse la vida
Casi nunca se concibe que una persona aparentemente feliz y sonriente pueda ser capaz de tener ideas y pensamientos suicidas.
Son personas afectadas por lo que popularmente se conoce como “depresión feliz, enmascarada o atípica”. Aparentemente no tienen ningún motivo para estar tristes, algunas tienen incluso pareja, un buen trabajo y muchas veces son exitosas.
La sicóloga Heidy Camilo, del Centro Vida y Familia Ana Simó, explica que resulta difícil identificar esta condición en las personas porque enmascaran su estado de ánimo real a través de una falsa felicidad, contrario a la depresión clínica, en la que el paciente muestra su tristeza, desesperanza y esa visión catastrófica de su existencia.
“La persona con depresión enmascarada acude a muchos especialistas médicos por diversas dolencias físicas, como cefalea, dolores musculares y abdominales, palpitaciones, nerviosismo. No se logra identificar el síntoma depresivo porque no presenta una tristeza elaborada y elevada”, indicó la especialista. Se trata -refirió- de padecimientos físicos sin explicación médica que pueden deberse a estrés laboral o agotamiento emocional. “La depresión enmascarada es peligrosa, porque la persona pudiera estar gestando ideas suicidas, pero no expresarlo”, añadió Camilo, quien aclaró que la persona con ideas suicidas realmente no busca la muerte, sino que ve en ella la oportunidad de escapar de un dolor emocional o una desesperanza que lo desarraiga de los motivos de vivir.
La especialista sugirió prestar la debida atención y sugerirle que acuda a una consulta psiquiátrica a cualquier familiar, amigo, compañero de trabajo u otro allegado que se queja de múltiples dolencias físicas, sin causalidad médica.