MUJER Y SALUD
Enfermedad tiroidea y embarazo
Los trastornos tiroideos pueden estar presentes desde antes del embarazo o desarrollarse durante este. Básicamente son dos: el hipotiroidismo y el hipertiroidismo.
Hipotiroidismo
Es la patología tiroidea más común en la población general y en las embarazadas. Puede ser clínico, cuando la TSH (hormona estimulante de la tiroides) está elevada con T4 baja. Aparece entre el 0.3 al 0.7% de las embarazadas y su principal causa es la tiroiditis de Hashimoto, una inflamación crónica de la glándula causada por una reacción autoinmune. El hipotiroidismo subclínico se presenta entre el 2-2.5% de las embarazadas y aquí la TSH está elevada con T4 libre normal. En el embarazo se recomienda que los niveles de TSH estén por debajo de 2.5 mIU/l en el primer y segundo trimestre, y por debajo de 3 mIU/L en el tercero. Un hipotiroidismo no tratado aumenta la incidencia de abortos, parto prematuro y bajo peso al nacer.
Hipertiroidismo
Se presenta entre el 0.1 y el 1% de las embarazadas. Se caracteriza por TSH baja con T4 libre alta. La causa más frecuente es la enfermedad de Graves, y puede ocasionar taquicardia materna y fetal, pérdida de peso y afectar el desarrollo y crecimiento del bebé. El tratamiento es a base de propiltiouracilo y de metimazol. El yodo radioactivo está contraindicado en el embarazo. Las pacientes con hipertiroidismo necesitan una vigilancia estrecha durante todo el embarazo, realización de monitoreo fetal semanal a partir de la semana 32 y presencia de un pediatra neonatólogo en el nacimiento.