PRENSA JOVEN
Parkour: El arte del desplazamiento
Saltos entre estructuras que tienen diferentes alturas, desplazarse de manera rápida de un punto a otro usando cualquier “obstáculo” para tomar ventaja y lograr escapar o moverse de forma tal que sería imposible para una persona común lograr agarrarse.
Si a esto se le añaden piruetas, saltos, vueltas en el aire y cualquier tipo de movimiento que desafía la gravedad, entonces se estaría haciendo referencia al parkour, también conocido como “el arte del desplazamiento”.
Los orígenes del parkour son generalmente señalados a finales del siglo 20, específicamente en la década de los 90, cuando un joven francés, David Belle, utilizaba el suburbio parisino de Lisses como su “parque de recreo”.
En una entrevista a la BBC, Belle dijo que su pasión nacía por “una necesidad de moverse” además del desafío físico y mental de lograr superar cualquier obstáculo utilizando solo el cuerpo, con el cual insiste que “no hay nada imposible que no se puede lograr”.
El parkour es definido por varias personas, entidades o expertos como un deporte; otros lo consideran una disciplina, pero para Belle es diferente: “Siempre pienso en el parkour como un arte”.
Una manera de ser libre y estar en forma Varias sociedades a nivel mundial han adoptado el parkour como una forma de expresión en cuanto a la libertad, el contacto con todo medio externo y el dominio sobre el propio movimiento natural del cuerpo.
Pero no hay que visitar otros países para ver a personas entre diversas estructuras, ya que en República Dominicana existe una comunidad de personas que practica el arte del desplazamiento. Estas personas que usualmente se pueden ver volando entre edificios son conocidos, según portales digitales, como traceur en el caso de los hombres o traceuse si se habla de una mujer. Ambos términos derivados del verbo francés tracer que se traduce como trazador en referencia al acto de trazar o recorrer.
Alex Peguero, traceur dominicano, quien practica al aire libre y en cualquier lugar público junto con otras personas, habla con Prensa Joven y explica que la disciplina es una forma de estar en salud física, de estar alejado de los malos vicios y sobre todo una forma de tener libertad plena de acción con tu cuerpo y mente.
Sin embargo, advierte que para ello se requiere tener una rutina de ejercicio “de acuerdo al cuerpo de cada persona”, además de tener en consideración sus antecedentes médicos.
“El parkour requiere de una rutina muy estricta, porque debes de saber los límites de tu cuerpo, además de tener memoria muscular de los movimientos en un espacio controlado hasta el punto que se ejecutan de forma automática sin necesidad de pensar mucho”, comenta.
A pesar de tratarse de una disciplina “peligrosa”, nadie está excluido de la práctica del parkour, solo se debe de tener confianza y seguridad en uno mismo, un par de tenis deportivos e imaginación.
¿Dónde se hace? Según Alex, las personas pueden realizar parkour en cualquier espacio libre, “en el país se hace principalmente en parques y en la UASD”.