Salud

SEGÚN ESTUDIO

Tener antecedentes familiares de diabetes aumenta la densidad mineral ósea

Foto: Archivo Listín Diario.

Un estudio realizado en China ha confirmado que los antecedentes de familiares de primer grado con diabetes están relacionados con un aumento de la densidad mineral ósea (DMO) y de la resistencia a la insulina. Cuanto más alto es el contenido mineral óseo, mayor es la densidad de los huesos.

Y cuanto más densos son los huesos, generalmente son más fuertes y menos propensos a fracturarse.

La asociación entre la diabetes tipo 2 y el aumento del riesgo de fractura está bien documentada. Sin embargo, se sabía poco sobre el posible efecto de los antecedentes familiares de diabetes en la DMO.

Debido a que los pacientes con diabetes tipo 2 tienen un mayor riesgo de fractura, comprender la fisiopatología temprana de la DMO alterada podría ser crítico en el desarrollo de estrategias preventivas para la osteoporosis diabética.

Aunque evidencia científica sólida ha revelado una DMO de normal a alta en la mayoría de los pacientes con diabetes tipo 2, no se han publicado datos, hasta la fecha, que demuestren si la densidad mineral ósea está alterada en personas con antecedentes familiares de diabetes de primer grado.

En este nuevo estudio, que involucró a casi 900 mujeres posmenopáusicas normoglucémicas, se encontró que la DMO de la columna lumbar y el cuello femoral fue significativamente más alta en participantes con antecedentes familiares de diabetes de primer grado que en aquellos sin dichos antecedentes, incluso en mujeres con niveles normales de glucosa en sangre.

Estos mismos participantes mostraron además una mayor resistencia a la insulina y a la hiperinsulinemia.

"Este hallazgo puede estar relacionado con niveles más altos de insulina en estas mujeres con predisposición hereditaria a la diabetes, debido a que la insulina tiene un efecto de formación ósea.

Aunque esto suena como una buena noticia, estas mujeres están en mayor riesgo de desarrollar diabetes, lo cual está asociado con la fragilidad esquelética y un mayor riesgo de fractura", explica la doctora Stephanie Faubion, una de las líderes de la investigación, que se ha publicado en la revista 'Menopausia'.