REPOH!RTAJE
¿Cómo regresar a la rutina de sueño?
¡Cuánto cuesta levantar a tus niños cuando inician su rutina escolar! ¿Verdad? Pues Alejandro Martínez confirma que es esperable que no quieran levantarse los primeros días cuando se empieza un nuevo año escolar, ya que cualquiera que tenga un exceso de libertad, terminará protestando cuando aparezcan los límites. Pero que evitarlo es tan simple como reprogramar otra vez el sueño con estas rutinas:
Dos semanas antes. Él deduce que ponerlos a dormir a su ‘‘hora’’, aunque suene un poco complicado, evita que el cambio sea brusco. ‘‘Es bueno cambiar la hora de levantarse cada vez más temprano. Algo que también puede ayudar mucho es programar salidas o actividades en la mañana, para lo cual deban levantarse más temprano para alistarse’’.
Enfócate en la rutina y los horarios. Según Alejandro, lo primero es establecer una hora específica para ir a la cama. Y esa hora debe ser innegociable, no importa si estás de buen humor o de mal humor, no importa si te ruegan o te replican. Martínez entiende que ellos no podrán dormirse los primeros días, porque el cuerpo todavía no está acostumbrado. Aún así explica que lo importante es que se acuesten, aunque no tengan sueño. Y con los días, el cuerpo se acostumbrará y se programará para dormir a esa hora específica.
La mejor solución es la prevención. ‘‘El error que cometen muchos padres es que quieren resolver el problema de sueño justo a la hora de dormir. Sin embargo, lo ideal es que nos enfoquemos en prevenir el problema’’, afirma el especialista.
Ahora, ¿cómo buscamos resolver esa situación? Su respuesta ante esta situación es: ‘‘siempre buscando soluciones durante el día, no en la noche. Por ejemplo, debemos evitar que los niños duerman en la tarde y podemos motivarlos a que realicen algún tipo de deporte o ejercicio durante el día’’. De esta forma, cuando llegue la hora de dormir, ellos estarán más cansados y será mucho más fácil que se vayan a la cama sin discusiones.
Crea un ambiente propicio para dormir. Alejandro Martínez aconseja que la rutina y la prevención son bien acompañados de un escenario “ideal” para dormir. Afirma que ‘‘hay cuatro acciones simples que pueden garantizar un ambiente apropiado para conciliar el sueño: 1. integra dentro de la rutina una ducha tibia 20 minutos antes de irse a dormir; 2. evita el uso de videojuegos, TV o música movida hasta 30 minutos antes de irse a la cama; 3. disminuye la cantidad de comida que se come durante la cena; y 4. apaga todas las luces de la habitación, incluyendo las pequeñas del televisor o los monitores’’.
De esta forma, le estarás dando pistas al niño de que la hora de dormir se está acercando, lo cual le servirá de preparación mental y facilitará alcanzar el sueño en poco tiempo.
Toma en cuenta cómo funciona cerebro. Por último, el especialista ofrece esta rutina, si tu hijo es adolescente. ‘‘Se ha demostrado que, en la adolescencia, el reloj biológico le indica al cuerpo que debe dormirse más tarde. Esto probablemente se debe a la hormona cerebral llamada ‘‘melatonina’’, la cual se fabrica más tarde durante la noche en la adolescencia (en comparación con adultos o niños). De ahí que en la adolescencia resulte más difícil alcanzar el sueño’’. Sin embargo, él no quiere decir que necesariamente se deba eliminar las rutinas en la adolescencia, sino que los padres deben ser más comprensivos frente a esta diferenciación cerebral.
Para acostumbrarse al nuevo horario, los especialistas de la Asociación Española de Pediatría ofrecen varias recomendaciones:
* Propiciar la entrada de luz natural o luz potente 15 minutos antes de despertar a los niños o ir andando al colegio para estimular la secreción de serotonina.
* Un buen desayuno en una estancia muy iluminada.
* Evitar la exposición a las pantallas una hora antes de acostarse.
* Pero, sobre todo, los padres deben hacer uso de la paciencia y la comprensión, sabiendo que es una situación transitoria.