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VIAJES

En Nueva Orleans música en vivo a media tarde

Música en vivo en el Café Beignet a las 5:00 de la tarde. Detalles de la decoración en el Café Beignet. CARMENCHU BRUSÍLOFF

Música en vivo en el Café Beignet a las 5:00 de la tarde. Detalles de la decoración en el Café Beignet. CARMENCHU BRUSÍLOFF

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Carmenchu BrusíloffSanto Domingo, RD

‘Me han alegrado el día’. Las palabras son del bombero de servicio en el salón de exhibición de la antigua estación de bomberos en el Garden District de Nueva Orleans. Aún cuando las visitas son por cita, cuando muestro mi curiosidad por la memorabilia que aquí se expone, ha permitido que mi hijo Alexis y yo echemos un vistazo. Y más aún, se apresura a buscar un casco de bombero para colocarlo sobre mi cabeza. Con gesto tan inesperado él, a su vez, también me alegra el día. Tras compartir con el bombero, retornamos a una de las paradas del hop-on hop-off en la calle Magazine. Aquí un grupo de turistas rodea a su guía para iniciar un recorrido por este arbolado vecindario.

Es media tarde, buena hora para probar los famosos beignets de la ciudad. No es en modo alguno postre sofisticado, pero en esta región tiene una connotación de atractivo turístico. Y con el nombre Beignet hay un café con tres locales. Hacia el típico French Quarter nos dirigimos hasta el local que funciona en la calle Decatur 600. Está ubicado en el edificio Jax Brewery, antigua sede de la cervecería Jackson, un punto famoso de la ciudad donde en una de sus entradas, sobre el suelo la Cervecería enterró una cápsula del tiempo. Una placa (en inglés) lo atestigua: ‘Cerrada el Día del Padre en 1986. Para ser abierta el Día del Padre 2086’. ¿Qué habrán guardado?

Entramos en el café y hacemos fila ante el mostrador. No solo son beignets los que aquí se degustan. Hay bocadillos y comida salada y bebidas, pero su fama son los beignets. Con estos me apetece tomar chocolate. El pedido mínimo son tres beignet, a un costo de US$ 3.99. No te venden uno solo, ni dos. El chocolate en vaso pequeño me cuesta US$ 0.99. Tras pagar en caja ponen un número al pedido y esperamos a una mesa. Es que el beignet es artesanalmente elaborado y lo sirven recién hecho. Al rato, en cajita de cartón sin tapa un mozo trae los beignets (están cubiertos de abundante azúcar en polvo) y el chocolate en vaso desechable. Pese a tanta informalidad están ¡ricos!  

Son las 5:00 de la tarde y me toma de sorpresa que a esa hora se presenta un trío (saxo, guitarra eléctrica y bajo) que toca jazz en vivo. Enseguida me entero de que aquí hay música en vivo diariamente desde las 2:00 p.m. hasta las 10:00 p.m. Al fin y al cabo esto es Nueva Orleans, la ciudad del jazz...