Confianza excesiva de “clase alta” es visto como prueba de ser competente
La gente de "clase alta" tiende a creerse mejor que los demás y su actitud se toma, erróneamente, como prueba de su competencia, según un estudio que involucró a unos 150.000 pequeños empresarios de México, publicado este lunes por la Asociación Psicológica de Estados Unidos.
"Las ventajas generan ventajas", comentó Peter Belmi, de la Universidad de Virginia y autor principal del estudio.
"Quienes nacen en la clase alta probablemente permanecerán en la clase alta, y los empresarios con grandes ganancias se originan, de forma desproporcionada, de familias con altos niveles de educación y bienestar", agregó.
Para el estudio, publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, Belmi y sus colegas llevaron a cabo cuatro investigaciones sobre la conexión entre la clase social y la confianza excesiva en uno mismo, y cómo eso pueda afectar la percepción ajena sobre la competencia y aptitudes de una persona.
La más amplia de las investigaciones comprendió a más de 150.000 dueños de pequeñas empresas en México que habían solicitado préstamos. De esas solicitudes, los investigadores obtuvieron información sobre ingresos y sus niveles de educación.
Otras dos investigaciones incluyeron a más de 1.400 participantes en internet, y para la cuarta los científicos reclutaron a 236 estudiantes universitarios.
Los empresarios en México también debieron completar una evaluación psicológica para determinar su riesgo crediticio, y al final de los exámenes se les pidió que indicaran cómo les había ido.
"Cuando los investigadores compararon los puntajes reales con las predicciones de los propios solicitantes encontraron que las personas con más educación, ingresos superiores y una percepción de su clase social como más alta, también mostraban una creencia exagerada de que se desempeñaban mejor que otros, en contraste con los de clase más baja", indicó el artículo.
Belmi señaló que "los individuos de clase social relativamente más alta se mostraron más confiados en sí mismo, lo cual a su vez se asoció con que se les perciba como más competentes y, en última instancia, con más probabilidades de ser contratados, aún cuando, en promedio, no se desempeñaron mejor en los exámenes que los de clase más baja".
Estas diferencias, que consolidan las jerarquías sociales y las perpetúan de generación en generación, pueden deberse en parte a los valores diferentes imbuidos desde la infancia en la clase media y en la clase trabajadora.
"En la clase media a las personas se les socializa para que se diferencien de los demás, para que expresen lo que piensan y sienten, y para que expresen con confianza sus ideas y opiniones, aún si carecen del conocimiento", dijo Belmi.
"Por contraste, a las personas de clase trabajadora se les enseña para que adopten los valores de humildad, autenticidad y el conocimiento de su lugar en la jerarquía social", añadió.