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Superación: “Los silencios del alma son gritos de esperanza”

La escritora dice que el silencio es más hablador que las mismas palabras. LA AUTORA

La escritora dice que el silencio es más hablador que las mismas palabras. LA AUTORA

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Lily Montaño GrullónSanto Domingo

La periodista y escritora dominicana Jacqueline Tineo ha “silenciado” la ciudad de Killeen, Texas. Lo ha hecho a través de su libro ‘Silencios del alma’, una colección de poemas, reflexiones y escritos de crecimiento, presentados ya anteriormente con notable éxito en su Patria, y también en Puerto Rico. Comenta algunas particularidades de su obra.

Sobre el nombre de la obra nos cuenta: “Hay una parte del libro que dice: El silencio es más hablador que las mismas palabras. Y es justamente haciendo silencio que puedo madurar y/o profundizar mis pensamientos y mis palabras. “En el silencio del alma, lo dice todo, y es ahí donde entra la dicotomía que decía. Todo ser humano guarda silencios, silencios del que constantemente le habla a su alma. En tus silencios están tus palabras ahogadas, tus verdades desnudas, no hay máscaras.

En respuesta a los mensajes que hay dirigidos a la mujer, comenta que se debe a que ella lo es, y a que cada día va descubriéndose para conocer lo más íntimo de ella. “Desde mis fortalezas y mis debilidades, mis aciertos y desaciertos, voy aprendiendo. Amo escuchar las historias de las mujeres y muchas de las reflexiones y poemas que hay en mi libro, son precisamente ¡gritos de aquellos silencios míos y de ellas! Las mujeres necesitamos ser escuchadas, valoradas y posicionadas”. comenta.

Al ofrecer detalles sobre qué la inspiró, sostiene que sus propios silencios y los de otros y al escribir, es una forma de liberación y sanación. “Siempre había sentido en mi espíritu que había un propósito en mi vida: llevar un mensaje de esperanza, vida amor y fe a la humanidad”.

Resalta que el tópico sobre la paz, obedece a que la sociedad está enferma. Muchos de sus silencios se vuelven cánceres y es ahí cuando han dejado de escucharse cuando en realidad sus silencios pueden ser liberadores.

“Aprendí a hacer silencios cuando fui monja (religiosa consagrada). Me hice cómplice de mis silencios, con ellos aprendí a hablar, a escribir, descubrirme”.

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