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Investigadores descubren un nuevo antibiótico de amplio espectro con arsénico

Un equipo internacional de investigadores descubrió un nuevo antibiótico de amplio espectro que contiene arsénico, con el que quieren combatir el aumento de bacterias resistentes a los antibióticos, informó este martes la Florida International University (FIU).

Barry P. Rosen, de la Facultad de Medicina Herbert Wertheim, de FIU, indicó que el nuevo antibiótico, denominado arsinotricina (AST) es un producto "natural producido por las bacterias del suelo".

Rosen, coautor del estudio publicado en la revista Nature's Communication Biology, indicó en un comunicado que AST es el "primer y único antibiótico natural" conocido que contiene arsénico.

El estudio apunta a que, aunque contiene esta sustancia, los investigadores dicen la toxicidad de la AST en las células sanguíneas humanas "no mata las células humanas en el cultivo de tejidos".

"La gente se asusta cuando escucha la palabra arsénico porque puede ser una toxina y un carcinógeno, pero el uso de arsénicos como agentes antimicrobianos y anticancerígenos está bien establecido", dijo Rosen.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., unos dos millones de personas se infectan cada año en el país con bacterias resistentes a los medicamentos, de las cuales 23.000 mueren.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que "un número creciente de infecciones, como neumonía, tuberculosis, gonorrea y salmonelosis, se están volviendo más difíciles de tratar, ya que los antibióticos utilizados para tratarlos se vuelven menos efectivos".

"Nos estamos quedando sin herramientas para combatir estas enfermedades. Necesitamos un nuevo antibiótico potente para resolver este problema", dijo el japonés Masafumi Yoshinaga, coautor del reporte.

Los científicos descubrieron que el nuevo antibiótico es "muy eficaz" contra algunas de las bacterias que más afectan la salud pública, como el E.coli, que puede ocasionar diarreas, gastroenteritis y otros desórdenes digestivos.

También funcionó contra Mycobacterium bovis, que causa la tuberculosis en el ganado, lo que anticipa que se pudiera usar para tratar esta dolencia en humanos, aunque adelantan que serán necesarias nuevas pruebas.

El equipo espera trabajar con la industria farmacéutica para desarrollar el compuesto en un medicamento, un proceso que podría demorar diez años, aunque Rosen recordó que más del 90 % de los medicamentos potenciales "fracasan en los ensayos clínicos".

El estudio fue realizado por investigadores del Departamento de Biología Celular y Farmacología de FIU y del Instituto de Ciencias Agroambientales (NARO), de Japón.