RELAJACIÓN
Inhala, exhala... Lo que la respiración puede hacer por ti
La respiración es la función biológica más vital y natural del ser humano, y en el transcurrir de su vida la práctica correcta que hace de la respiración, en una secuencia rítmica y armoniosa de inhalar y exhalar, le provee el principal nutriente.
Sin embargo, y a pesar de ser una función tan natural para las personas, existen varias deficiencias en la manera común de respirar.
Algunas de esas deficiencias son las siguientes:
1. El ritmo de la inhalación y exhalación es inadecuado.
2. En la respiración abdominal entra poco aire a los pulmones porque apenas se baja el diafragma (músculo que separa la cavidad torácica de la abdominal).
3. La respiración intercostal (las costillas se abren y el diafragma baja) es escasa y rara vez se efectúa la respiración clavicular.
4. La tensión y la falta de ejercicios de respiración provocan una respiración contenida, no relajada y natural.
5. La respiración profunda es corta, y debe ser lenta y silenciosa.
Emociones y actitudes
Dado el vínculo existente entre el sistema nervioso y la respiración, diversas actitudes y reacciones humanas (miedo, prisa, tensión, agitación, incertidumbre, enojoÖ) comprometen tanto el sistema nervioso como el respiratorio.
Por tal razón, es importante aprender a manejar de manera positiva los pensamientos, las emociones, las respuestas y reacciones, más allá de los eventos externos que se presenten en el día a día.
También es de gran utilidad la práctica de ejercicios de respiración y relajación conscientes.
Métodos antiguos
Los métodos de respiración y relajación aprendidos de algunas filosofías antiguas son comprobados medios para sumar años con salud.
Según diversas investigaciones, su práctica continua reporta múltiples beneficios, entre ellos:
1. Una mayor oxigenación de las células y de todos los órganos del cuerpo, en especial órganos vitales como el corazón, el estómago y los pulmones.
2. La eliminación de toxinas del organismo.
3. La disminución de la tensión arterial.
4. Una mejoría en la calidad del sueño.
5. La reducción de las respuestas emocionales no saludables como enojo, ira, ansiedad, estrés y frustración.
6. Mejora en el estado de ánimo y la sensación de bienestar.
7. Incremento de la capacidad de concentración y de la memoria.
Constancia
A pesar del efecto beneficioso atribuido a la respiración y la relajación conscientes, este no es permanente. Para obtener los beneficios físicos y mentales que se derivan de dichas prácticas, estas deben ser incorporadas a la vida como se hace con los hábitos vitales de la alimentación y la higiene: de manera constante y diaria.
Para iniciar ejercicios de respiración y relajación, y hasta que el principiante aprenda a realizarlos de manera apropiada, es recomendable que tenga la supervisión de una persona con experiencia en la práctica y enseñanza de estos, que se asegure de que la postura, la forma de respirar y el tiempo del proceso sean los correctos.
Además, se debe vigilar el impacto que tiene el ejercicio en quien lo practica, su ritmo de aprendizaje y sus necesidades propias.
FASES
Inhala, retén, exhala...
Oxigenar.
Si el tiempo de inhalación y exhalación es más largo que el de retención y descanso, hay mayor oxigenación y eliminación de toxinas.
Calmar.
Para un efecto relajante la inhalación debe ser rápida; la retención, más corta; la exhalación, prolongada, y el descanso muy breve.
Tonificar.
Un resultado estimulante amerita prolongada inhalación, retención corta, exhalación rápida y descanso pequeño.
La autora es directora ejecutiva del Centro de Entrenamiento para el Bienestar (CEB)