El desinterés por el bienestar del prójimo es un flagelo que con el tiempo se ha normalizado, por lo que no es raro ver que las personas se hagan las ciegas ante las preocupaciones y desgracias de los demás.

De acuerdo con el argentino Marco Leone, especialista en bienestar y desarrollo humano, el problema radica en la concepción que tienen las personas de la palabra ‘amor’, pues esta es entendida como un sentimiento únicamente romántico y no como lo que verdaderamente es: una manera de ser que se relaciona con el respeto e interés por los seres de nuestro alrededor.

“Así como pasa con el amor, donde las personas tienden a esperar que sus seres queridos ya no estén para expresarles sus sentimientos por las redes sociales, también sucede con la solidaridad. Las personas esperan que el otro pase por circunstancias graves para mostrar interés, como ha ocurrido con casos como el terremoto en Haití o el que ocurrió hace poco en México”, dice.