Marco Leone: “Eduque desde valores, no sobre valores”

El desinterés por el bienestar del prójimo es un flagelo que con el tiempo se ha normalizado, por lo que no es raro ver que las personas se hagan las ciegas ante las preocupaciones y desgracias de los demás.

De acuerdo con el argentino Marco Leone, especialista en bienestar y desarrollo humano, el problema radica en la concepción que tienen las personas de la palabra ‘amor’, pues esta es entendida como un sentimiento únicamente romántico y no como lo que verdaderamente es: una manera de ser que se relaciona con el respeto e interés por los seres de nuestro alrededor.

“Así como pasa con el amor, donde las personas tienden a esperar que sus seres queridos ya no estén para expresarles sus sentimientos por las redes sociales, también sucede con la solidaridad. Las personas esperan que el otro pase por circunstancias graves para mostrar interés, como ha ocurrido con casos como el terremoto en Haití o el que ocurrió hace poco en México”, dice.

Leone, quien también es psicólogo, atribuye la carencia de valores en general a la falta de conversaciones relacionadas a qué es lo preciso sobre los valores, pues estas son fuentes de acción y no solo ideas de tradición cultural, ya que tienen mucho que ver con las cosas concretas que uno hace.

Y cita el siguiente ejemplo: “La amistad no es un valor ‘per se’, si las personas con las que te relacionas te catalogan como mal amigo. Más bien, el valor en ese caso sería proteger a tus amistades, y desarrollar y cultivar relaciones con los demás”.

Dice que las personas tienden a hablar mucho sobre la importancia de los valores, pero disocian la acción de la palabra, entonces terminan hablando sobre valores, pero no desde valores.

Esto puede verse en las situaciones que muchas veces se viven en el hogar, donde los padres quieren enseñar a sus hijos con discursos de lo que deben ser o hacer, en lugar de basarse en una filosofía práctica del día a día.

Según Leone, lo primero que deben hacer los padres para instruir de manera correcta a sus hijos es educarlos poniendo en el foco el bienestar de ellos y no de sus descendientes. Y ojo, no se trata de tener que elegir entre uno u otro, sino de ser lo que quieren que sus hijos sean en un futuro, ya que se predica con el ejemplo.

Quiere decir que si buscan lograr que los niños sean amorosos, el primer paso es serlo con ellos. Pero de forma real, no virtual, ya que existe una confusión con eso y da la impresión de que enviar un ‘te amo’ por Whatsapp es lo mismo que decirlo en persona, y no es así.

“Uno de los grandes desafíos de la actualidad es que la gente ya no demuestra amor de forma real y ahí entra el problema, porque si no lo hago con las personas que quiero, ¿qué será con los desconocidos?”, resalta, al tiempo que enfatiza en que la única solución es volver a poner al cuerpo como protagonista de todas nuestras manifestaciones.