Exposición
Recorrido por la historia del arte de Peña Defilló
Con entusiasmo, entrega, pasión por el arte, y sobre todo, un gran deseo de mostrar y dar a conocer esa musa relajada en las obras de Fernando Peña Defilló. George Manuel Hazoury junto a otros ejecutivos que forman parte de la directiva del museo, que posee el nombre del autor, trajeron al país cinco obras que el artista había concebido en el extranjero.
El hecho de que ahora estén aquí, es el resultado del gran esfuerzo que ha realizado la familia de Peña Defilló para retornar al país cinco obras, consideradas patrimonio artístico dominicano, y que se encontraban en el exterior.
Esta acción ha sido sumamente transcendental para la Fundación Fernando Peña Defilló, ya que su misión desde sus orígenes ha sido mantener vivo el legado de su trabajo artístico a través de su Museo.
“Esa llamada nos llenó el alma, un familiar del artista Peña Defilló nos contactó y dijo que tenía unas obras que él había creado antes de morir. Teníamos conocimiento de que en Londres, y otras partes de Europa, él había hecho algunas obras de arte, pero no sabíamos dónde estaban ni quien las tenía”, cuenta Hazoury, en su entrevista con LISTÍN DIARIO.
Refiere que esta es una exposición única, con un patrimonio exportado al país, con la finalidad de mostrarlo a todo el que es amante del arte y la cultura, y que esté interesado en conocer un poco más a fondo la historia del artista. Y sí que es lo es. Basta un recorrido por el museo para observar los trazos, las formas y el color de cada una de esas obras que perfectamente retratan su talento.
“La intensión de la galería, que ya tiene cuatro años, es preservar el legado del gran maestro Peña Defilló”, comenta Hazoury, mientras deja clara la evidente admiración que siente hacia el arte del maestro.
Sobre la muestra, la curadora y crítico de arte, Marianne de Tolentino, comentó: “Fernando Peña Defilló atravesó un fecundo período de color, de materia, de abstracción, tal vez no superado en el arte dominicano, que continuó hasta el 1963, y que, hoy todavía, leemos como contemporáneo. Un retrato algo enigmático, es figurativo. De las otras cuatro, sobresalientes, dos del 57 y 58, fueron pintadas en España, dos fueron pintadas en Londres, 1959 y 1960, de absoluta maestría. Las obras abstractas, nos enseñan este avance, radical todavía en la década del 50, algo sin par en el arte dominicano. Él se adelantó a la época más comprometida y militante de nuestra pintura”.