Ejercicios durante el embarazo

La actividad física durante el embarazo tiene mínimos riesgos y ha demostrado ser beneficiosa para la mayoría de las mujeres, aunque con ciertas limitaciones y modificaciones en las rutinas.

Se recomienda hacer ejercicios durante 20-25 minutos al día, o entre 45 minutos y una hora 3 veces a la semana. Los ejercicios más recomendados son caminar, natación libre, bicicleta estacionaria, yoga y pilates para embarazada y aeróbicos de bajo impacto. Los ejercicios contraindicados son correr, deportes de contacto físico tales como boxeo, fútbol, baloncesto, montar bicicleta en la calle, así como cualquier deporte con riesgo de una caída como montar a caballo, esquiar sobre nieve, montar jetski o surfear, pole dancing, hacer abdominales y levantar pesas desde el suelo.

Existen contraindicaciones absolutas para la realización de ejercicios durante el embarazo, tales como amenaza de aborto, sangrado transvaginal, amenaza de parto prematuro, tener colocado un cerclaje por incompetencia cervical, placenta previa total en embarazo mayor de 28 semanas, ruptura prematura de membranas, enfermedad cardiovascular o hipertensión arterial descontrolada, embarazos de trillizos, entre otras.

Es necesario dejar de hacer ejercicios y llamar a su médico si se presentan contracciones uterinas dolorosas, sangrado, salida de líquido amniótico por vagina, mareo, dolor de pecho y cefalea.

La actividad física durante el embarazo mejora el estado de salud de la mujer y la ayuda a controlar la ganancia de peso, disminuir la posibilidad de diabetes gestacional y preeclampsia, así como facilitará el proceso del parto.

Es importante que toda mujer embarazada reciba una evaluación minuciosa de parte de su obstetra y que sea este el que determine si la paciente puede o no realizar ejercicios, así como cuáles serían los más apropiados. Se recomienda iniciar los ejercicios después de la primera sonografía, alrededor de la semana 7, y, salvo alguna contraindicación, continuarlos hasta el final.