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Música

¡Cuidado con la música artificial!

Audición. La consecuencia más preocupante del nivel sonoro elevado es la hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva.

Audición. La consecuencia más preocupante del nivel sonoro elevado es la hipoacusia o pérdida de la capacidad auditiva.

Hablar de música artificial o electrónica es hacer referencia al género musical preferido por los jóvenes. Estos son quienes sienten una mayor atracción por este tipo de música. Sin duda alguna es un ritmo muy de tendencia, pero no se debe ignorar que es altamente nocivo para la salud auditiva.

El aparato auditivo es una parte del cuerpo que se divide en segmentos. En la parte interna se encuentra la cóclea, que es donde se reciben los sonidos. Luego, las vibraciones sonoras se convierten en un impulso nervioso y esta información es transmitida al cerebro por el nervio auditivo.

El otorrinolaringólogo Wellington Durvergé Montero indica que el oído tiene la habilidad para lo que se denomina como capacidad auditiva. Destaca que los sonidos se miden por medio de los decibeles, unidad que se utiliza para expresar la relación entre dos valores de presión sonora, o tensión y potencia eléctrica.

El especialista explica que el nivel adecuado que el oído puede tolerar es de 60 decibeles, en caso de sobrepasar este rango puede provocar daños irreparables a la cóclea. Es decir, si un individuo escucha la música electrónica o cualquier otra de manera muy estruendosa, el oído puede verse gravemente afectado, sostiene.

“La Organización Mundial de la Salud ha expuesto los daños que origina escuchar sonidos en altos volúmenes y lo perjudicial que es. Es tan así que se podría considerar como todo una epidemia”, manifiesta.

Hipoacusia o sordera: daño escandaloso El otorrinolaringólogo Wellington Durvergé Montero asegura que dentro de las consecuencias más preocupantes del nivel sonoro elevado está la hipoacusia o la pérdida auditiva.

La hipoacusia o sordera se define como la dificultad o la imposibilidad de usar el sentido del oído, debido a una pérdida de la capacidad auditiva parcial o total y unilateral o bilateral.

Puntualiza, además, que puede elevar en varios grados la temperatura corporal, retarda las principales funciones orgánicas (ritmo cerebral, circulación, respiración, digestión y metabolismo), incrementa el tono y la energía muscular, modifica el sistema inmunitario, altera la actividad neuronal en las zonas del cerebro implicadas en la emoción e incrementa la resistencia para el trabajo y actividades diarias.

Por lo regular las personas empiezan a tener una disminución de la audición alrededor de los 50 años, pero en los últimos tiempos esto ha cambiado debido a que hay una mayor exposición al ruido, no solo presente en la música, sino hasta en algunos lugares de trabajo, expone el especialista.

“Muchos jóvenes de hoy sufrirán trastornos del sentido del oído en un futuro cercano. Ya se están viendo casos que están empezando con problemas a partir de los 35 años, debido a la exposición de forma crónica a altos volúmenes”, dice Durvergé Montero.

Otros lugares que, según dice el médico, contribuyen a esta problemática son los conciertos y centros nocturnos.

El doctor considera que permanecer en eventos de esta magnitud por más de dos horas es muy perjudicial. Destaca que casi siempre en estos hay sonido por encima de los 120 decibeles, que traerán como consecuencia graves trastornos.

Añade que es muy preocupante el uso continuo de audífonos. En cuanto a esto, expresa que esos dispositivos al estar insertados dentro del oído y en tonos muy elevados pueden enfermarlos.

“Lamentablemente el individuo se preocupa de su discapacidad cuando ya es demasiado tarde, dado que esta se produce por la destrucción irreversible de las delicadas células sensoriales del oído interno”, enfatiza Durvergé Montero.

Testimonio Vladimir Santos ejerce la carrera de DJ desde hace dos años, asegura que trabajar en esta profesión en la que se expone por largas horas a la música elevada ha perjudicado bastante su salud auditiva.

Recomendaciones del experto Dentro de las recomendaciones que hace Duvergé Montero está que, al momento de visitar una discoteca o bar donde hay música a todo volumen, la persona debe ausentarse del lugar al menos cada media hora para dejar reposar el oído por ese lapso de tiempo. Por otro lado, sugiere que si deseas escuchar música por medio de audífonos, la intensidad no puede ser superior a los 20 decibeles, pues hay que evitar exponerse a sonidos muy fuertes. Al seguir estas pautas al pie de la letra, podrás tener una audición totalmente saludable y lo más importante, que perdure durante muchos años, concluye

Consejo. El nivel adecuado que el oído puede tolerar es de 60 decibeles, en caso de sobrepasar este rango puede provocar efectos irreparables a la cóclea.

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