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Dior propone una moda futurista para hacer flotar a los hombres

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María D. Valderrama/ EFEParís

Sin recurrir al plateado ni a las prendas alienígenas, el británico Kim Jones propuso este viernes en Dior Homme una silueta sobria de inspiración guerrera, cortes orientales y accesorios todoterreno, sobre una pasarela automática en la que lo importante no era caminar sino saber posar.

La colección conquistó al público, que quedó aún más asombrado por la decoración del desfile: una sala completamente oscura donde los modelos eran transportados por una enorme cinta deportiva que recorría toda la habitación y en la que los maniquíes parecían flotar.

"Impresionante" repetían los asistentes, entre los que no faltaron los fieles de la casa, como el actor Robert Pattinson, imagen de la firma; la actriz Christina Ricci y la modelo Kate Moss, muy amiga de Jones al que siempre siguió de cerca en su anterior trabajo en Louis Vuitton.

La colección primavera-verano 2019 que presentó el pasado mes de julio fue acorde con la temporada: cargada de estampados florales y trajes rosas que se colaron entre un dominante gris claro sobre una sastrería especialmente cuidada, casi de alta costura.

Algunas de las pautas por las que abogó entonces volvieron a repetirse este viernes para la temporada otoño-invierno 2019/2020, como la búsqueda de un "prêt-à-porter" más sofisticado y cercano en maneras a la costura que a la ropa hecha a gran escala.

"Una revisión detallada del pasado para conjugar el futuro", escribió la "maison" en una nota que recibieron los invitados, en la que Jones recordó que algunas de las tendencias sobre la pasarela forman parte de los archivos de la casa.

El estampado de pantera, por ejemplo, sobre cazadoras deportivas y gabardinas, fue uno de los motivos utilizados por el fundador de Dior en su primera colección, en 1947.

Los trajes se llevaron con chaqueta de doble botonadura y en satén, por lo que parecían estar del revés; un guiño a los cuidados detalles de la alta costura, donde el forro es tan importante como lo que queda a la vista del espectador.

Jones retomó los arneses sobre trajes y jerséis, una de las tendencias a tener en cuenta, especialmente después de que el actor Timothée Chalamet vistiera un diseño similar de Louis Vuitton en la última gala de los Globos de Oro.

Cashmere y seda se alternaron en jerséis de punto estampados y chaquetas, combinados con un pantalón tipo pinza metido por dentro de botas de inspiración militar.

En ocasiones, los diseños parecían sacados de una película de ciencia ficción, como "La Guerra de las Galaxias" o "El Planeta de los Simios".

Jones, que en su primera creación para Dior colaboró con el artista Brian Donnelly, se alió esta vez con el artista plástico estadounidense Raymond Pettibon, que creó las ilustraciones de sudaderas y chaquetas de lentejuelas.

Los accesorios, riñoneras llevadas como bandoleras y los chalecos de estilo antibalas que se convierten en mochilas prometen convertirse en un éxito comercial.

Pese a los recursos del archivo de la casa, dio forma a una colección moderna, sin tratar de aparentar ni de exagerar los cortes que podrían entrar en el armario de los más clásicos si asumen que el futuro ya está aquí.

A esta ambición de aliar tradición y modernidad respondieron también los diseños de Cerruti 1881, icono de sastrería y vestimenta masculina italiana, que renovó la colección con una serie de anoraks extragrandes sin salir de los colores del fondo de armario: azul, negro, gris y crudos.

Sobre la pasarela, sudaderas de neopreno y punto sobre pantalones tobilleros en un estilismo más relajado, con largas rebecas en tricot junto a bolsos de talla XL y mochilas impermeables.

La antepenúltima jornada de la Semana de la Moda hombre de París contó además con una batucada en el interior de la catedral americana (escenas inauditas que solo se ven en la capital durante los desfiles). Fue la puesta en escena por la que se decantó la marca japonesa Maison Mihara Yasuhiro para una línea rica en retales.

Lo que parece una chaqueta deportiva por delante se convierte en una gabardina inglesa a cuadros por detrás; la rebeca de punto estilo andino se combina con camisa, pantalones de traje y deportivas, y las sudaderas llevan una manga a modo de corbata.

"Las mezclas y combinaciones son parte de mi estilo, me gusta mezclarlo con vaquero, inspirarme en el 'vintage americano', algo que a los japoneses nos atrae mucho", dijo Yasuhiro a Efe entre bambalinas.

Yasuhiro se inspiró asimismo en la cultura de apuestas de su país para concebir la moda como un juego, para lo que recuperó los motivos del casino sobre camisas, bufandas e incluso botines de tacón.

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