Mis vacaciones en Miami (1)

Estas vacaciones navideñas son las primeras que paso en Miami, compartiendo con una familia de corazón, las Padrón Natera. Una vez vine en enero y la brisa fría que hacía me “picaba”. Pues ahora el clima está mejor. Estoy pensando adoptar el ritmo que llevo aquí cuando regrese a mi país: Despertarme a las 12:00 del mediodía y desayunar; hacer cosas en mi laptop, luego una merienda y al anochecer la cena.

Luego complacer a Naira y a Nidia en sus andanzas donde familiares, amigos, baile, 'mall’ y 'narinai’, en donde compro chucherías que no encuentro allá. Lo más importante fue compartir con mis sobrinos, esos que desde pequeños me dicen “Ción tía pollito”, compartir con la familia Balentien (Coco y Karlita) en el Doral, el día que se descubrió el sexo del bebé; pasarme “el 31” con la familia Díaz Mercedes, en Cutler Bay; Mis chicas me llevaron a “Winwood Art District” para deleitarme con los hermosos murales que me dejaron estupefacta. Al día siguiente una cena a donde la familia Beltré (Ambiorix y Daisy) en Miramar; el cumpleaños de Jordy, nieto de Aida de los Santos (Johanny), en un parque de Miami Lake.

Pero dentro de este itinerario he ido casi diario a ver bailar a los cubanos, ya que he bailado poquísimo, solo observando sus vueltas y contra vueltas, el “empujaíto” o el “dime que no”. ¡Oye chico, esto ha sido una experiencia regia! “¡Bábara!”. Solo noté a cuatro bailadores, entre ellos a José López y Carlos Echeverría, que no daban tantas vueltas y las “jaladeras” de manos. Ahí reconfirmé lo que siempre he dicho y escrito: todos bailan iguales, con los mismos pasos y que solo pueden bailar con ellos mismos, porque los pasos son dirigidos, como las escuelas de baile de mi país, que están influenciadas por la salsa cubana. Sí le puedo decir que esos cubanos se lo gozan, disfrutan su rumba y la picardía de las letras musicales.

Conocí personalmente a la querida periodista dominicana Rose Mary Santana y fue la persona que me entrevistó sobre algunos temas del folklore dominicano para varios medios dominicanos y de La Florida. Rose Mary me presentó ayer al arquitecto Rodolfo Pou, presidente de “Conversaciones con la Diáspora” y almorzamos en Villagio, un exclusivo restaurant de comida internacional, ubicado en Merrick Park Mall. Así que luego les seguiré contando de estas andanzas miamenses.