Educación basada en monumentos

Los paseos por los monumentos históricos de la ciudad, específicamente por los de la Zona Colonial puede ser una asignación educativa de los centros de enseñanza del país. “Pero no algo esporádico, sino de compromiso. Que la materia de Sociales o de Historia incluya las visitas como una tarea normal de los alumnos”, así lo expresa Jacobo Rodríguez, maestro y seguidor de los tesoros del país.

La reflexión la hace tomando en cuenta que países como Cuba, donde nació, aunque lleva 40 años en República Dominicana, enfoca su educación en la conservación de su historia a través de sus monumentos.

“Y son los jóvenes los llamados a defender ese patrimonio, y la única manera de hacerlo es llevando la escuela hasta el casco histórico. No es darles un paseo para que vean su belleza arquitectónica, sino un paseo por su historia, pues al conocer el origen, de seguro que prestarán más atención a esos monumentos”, sostiene Rodríguez, conocedor de las asignaturas Sociales e Historia.

Desde su punto de vista, República Dominicana tiene “mucha tela por donde cortar”. Lo dice porque la ciudad de Santo Domingo está dotada de una riqueza impresionante, tanto en la historia que guardan esos tesoros, como en su construcción.

Manifiesta que el Alcazar de Colón, la Puerta del Conde, Panteón Nacional, Ruinas de San Francisco, por citar algunos, son estructuras que están repletas de datos, de vivencias, de recuerdos, de tristeza, de alegría..., información más que suficiente para que los alumnos desde Básica hasta Secundaria se conecten de forma directa con la historia.

“No es llevarlos por las fechas conmemorativas y ofrecerles dos datos y ya. Es asignarles prácticas basadas en la investigación, para que esos datos se queden en su memoria y su esencia permanezca de generación en generación”, comenta el experto.

Otra opinión Carmen Lucía De Castro, también conocedora del patrimonio histórico dominicano, corrobora lo expuesto por Jacobo Rodríguez. “Estamos tratando de rescatar nuestra Ciudad Colonial, pero si no lo hacemos concienciando a los más jóvenes estudiantes, estaremos trabajando en vano, pues volverá todo a deteriorarse y a perderse en la memoria de las nuevas generaciones”.

Entiende que la Ciudad Colonial tiene mucho potencial para atraer al turista y que cuando el visitante pregunte por cualquier dato que desee conocer, cualquier dominicano pueda ofrecérselo.