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De las calles de Herrera a las pasarelas de Milán

Laura Ortiz GüichardoSanto Domingo

Licett Morillo nunca imaginó que tantos sucesos maravillosos ocurrirían en su vida en tan poco tiempo. Con apenas 21 años, la joven oriunda del sector de Herrera, de la capital, ya ha tenido el privilegio de desfilar para marcas de renombre internacional como Prada, sello que recientemente la convirtió en la primera modelo de color en cerrar su show Spring\Summer 2019.

Lo que se dio como un evento fortuito, puesto que fue descubierta por Nileny Dippton, presidenta de la Agencia Nefer, un día cualquiera mientras se dirigía a sus clases de inglés como de costumbre, hoy es una realidad que muchas veces le cuesta creer, sobre todo porque nunca se visualizó a sí misma en las pasarelas.

“Nunca me llamó la atención el modelaje. Cuando Nileny me preguntó si era modelo mi primera reacción fue de sorpresa porque realmente nunca consideré que tuviera potencial para ello”, cuenta Morillo, al tiempo que agrega que luego de indagar en internet sobre la trayectoria de la cazatalentos se sintió halagada de que alguien de su talla viera un potencial que ni siquiera ella misma veía en ese momento.

Luego que aceptó formar parte de la referida agencia todo se dio demasiado rápido. De un momento a otro su vida había pasado de ser estudiante a tener una agenda muy apretada que, entre otras cosas, incluía largas horas de preparación.

“La preparación fue muy difícil, sobre todo porque ni siquiera sabía caminar en zapatos altos”, comenta Licett a modo de chiste, aunque admite que en un principio más que algo que le causara gracia, fue el motivo de que estuviera a punto de tirar la toalla.

En los lapsos de desesperación y frustración, en los que sentía que no estaba preparada para ser modelo, dice que su madre fue la luz que alumbró su vida y la hizo ver las cosas desde otra perspectiva.

“Recuerdo que mami me dijo: ‘mi hija, no puedes enfocarte en que no das para eso si apenas lo has intentado una sola vez’. Eso hizo que me diera cuenta de que evidentemente todo lo que vale la pena en la vida conlleva esfuerzo”.

Fue entonces cuando decidió empezar su ardua labor para convertirse en modelo viendo videos de Youtube de personalidades internacionales y a instruirse en cuanto al tema para lograr un excelente desempeño. Tanto así que en menos de un mes ya estaba montada en un avión rumbo a Milán, con una maleta llena de incertidumbre sobre lo que le deparaba esta nueva etapa de su vida, pero más que nada optimismo y muchas expectativas.

“El día del desfile de Prada estaba maquillándome y peinándome cuando de repente alguien se me acercó y me dijo que probablemente yo sería quien abriría o cerraría la exhibición”, comenta Morillo mientras recuerda la emoción y ansiedad que sintió en ese momento porque a pesar de no tener mucho conocimiento sobre el modelaje, sabía que esos eran los dos puestos más importantes de un desfile.

Tras culminar su participación las emociones estaban a flor de piel. Sin duda haber cerrado una exhibición tan importante sin experiencia previa era una gran hazaña para la joven, aunque nunca imaginó que era un evento que quedaría grabado para la historia del modelaje dominicano.

“No me enteré de que fui la primera modelo de color en cerrar el desfile hasta el final cuando las personas se acercaron a felicitarme. Yo pensaba que lo hacían porque era mi debut en las pasarelas, hasta que alguien se me acercó y me dijo: ¿y es que no estás al tanto de que eres la primera modelo de color en cerrar un desfile de Prada?”, añade Licett, quien expresa que en ese instante entendió la magnitud de lo que le estaba pasando.

Hoy día, tres meses después de su gran debut en las pasarelas, más allá de catalogar el hecho como una meta personal cumplida, considera que es un logro de todo el país.

Aunque está consciente de que el 2018 fue un año cargado de muchas bendiciones y cambios positivos en su vida, por los cuales está sumamente agradecida, sabe que este es solo el comienzo de una fructífera carrera de modelaje.

Es por ello que para este año sus planes son continuar preparándose y dar lo mejor de sí misma, ya que si en tan poco tiempo fue capaz de lograr ser parte de una de las pasarelas más importantes del mundo, ¿qué no será con mucho más preparación y dedicación?

MOTIVACIÓN Uno de los mayores desafíos que ha tenido que enfrentar Licett, dice, ha sido acostumbrarse a estar de un país a otro y dejar de lado a sus familiares y amigos de Santo Domingo. Pese a eso, el hecho de saber que con su participación puede hacerle ver a los demás que ya se han roto los estereotipos de que las personas blancas obtienen las mejores oportunidades, es lo que la ha movido día tras día para continuar representando dignamente sus raíces caribeñas.

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