Un ángel voló, y el pueblo lloró

Este domingo 11 de noviembre de 2018 una nube de tristeza cubrió el pueblo de Mao, cuando una noticia impactante, dolorosa, increíble y perturbadora invadió un gran número de corazones.

Un ángel voló al llamado del Padre, y el clamor se convirtió en elegía.

La Doctora Sylvia Rafaelina Gil de Khan cayó repentinamente en los brazos de sus hijos, que estaban ahí para recibirla a ella y a su esposo, el Dr Shakir Khan, en el aeropuerto de Santo Domingo, cuando regresaban de un Congreso en Francia. Ayer la enterramos, y la muestra de amor hacia ella fue impresionante, todo una comunidad lloraba al decir adiós a una mujer valiosa, sencilla, humilde, compasiva, alegre, esposa ejemplar, madre a tiempo completo, excelente hija, amiga exquisita…, y cuántas cosas más se podrían decir de Rafaelina. De su fe en Dios y su amor a la Virgen hablaban sus obras, pues era incansable haciendo el bien y demostrando su vocación de servicio. Su mejor orquídea siempre fue para María, sus palabras de aliento para los necesitados de consuelo, y su serena sonrisa para todo el que la rodeaba. En cada contacto que tenía con ella, su rica generosidad me regalaba hermosas palabras de afirmación, que yo sentía que hablaban no de mí, sino de su alma blanca que siempre veía cosas lindas en los demás. Aceptando con humildad la voluntad de Dios, con mucha pena ayer te despedimos querida Rafaelina, que la Divina Providencia te reciba en su Santo Seno, donde sé vas a adornar los coros celestiales. Descansa en paz, amiguita querida.