Orientación

Disfunción eréctil y la pareja

Resultado. La mujer interpreta esta conducta como un acto egoísta de parte de su pareja, que no piensa que ella necesita de estímulos.

Resultado. La mujer interpreta esta conducta como un acto egoísta de parte de su pareja, que no piensa que ella necesita de estímulos.

La disfunción eréctil es la incapacidad para mantener la erección durante el acto sexual. Es un trastorno frecuente que afecta aproximadamente al 50% de los hombres entre los 40 y 70 años. Para la gran mayoría de los hombres el éxito en la cama está relacionado con una erección consistente, las habilidades de seducción y el tamaño del miembro viril.

Esto ha convertido las relaciones sexuales en una competencia en vez de una situación placentera para compartir la intimidad, lo cual se traduce en una tensión que no ayuda a la respuesta sexual. Cuando un hombre tiene un problema tiende a ocultarlo o a minimizarlo hasta encontrar una solución, en caso de buscarla.

La falta de comunicación agrava la situación aún más, puesto que la mujer no entiende lo que sucede ni por qué en el momento que el hombre tiene una erección casual rápidamente intenta penetrarla sin siquiera estimularla, por temor a perder la firmeza en el proceso.

También es frecuente que el hombre despierte a su pareja en la madrugada porque se ha notado el miembro erecto. La mujer interpreta esta conducta como un acto egoísta de parte de su pareja, pues ella necesita de estímulos, y se pregunta: “¿Será que no le gusto?”, “¿es mi culpa?”.

La insatisfacción sexual aflora debido a la falta de comunicación. Es frecuente observar en estas parejas cómo la mujer puede presentar una disfunción, como la anorgasmia, debido a la premura de los encuentros. Se puede dar el caso en que la mujer presione al hombre para buscar ayuda. Es común en estas parejas desconocer por completo las preferencias del otro en materia sexual.

El manejo de la comunicación fluida, en el aspecto sexual, como son las expectativas sexuales, comentar la sexualidad ideal de cada uno, el aprender a negociar las demandas mínimas necesarias para tener una sexualidad satisfactoria e incluso la elaboración de fantasías sexuales conjuntas, contribuyen a la buena adherencia al tratamiento, lo cual se traducirá en una disminución del abandono de este.

El objetivo de la vida sexual no es tener muchos orgasmos ruidosos; es más simple pero mucho más importante disfrutarla plenamente.

Christian Ortiz Médico terapeuta sexual y de pareja Psicológicamente @Chrisortizcasado