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PRENSA JOVEN

“Discapacidad no es el fin de la vida”

La odisea de vivir con una condición física que no te permita desenvolverte como cualquier persona se convierte definitivamente en una situación penosa. La discapacidad puede verse como una barrera en la vida de cualquier persona, principalmente en jóvenes que quizás, a pesar de la corta edad que puedan tener, están llenos de sueños y planes a futuro.

Desde su silla de ruedas, en la sala donde reside y que se ha convertido en el lugar para poner su propio negocio donde realiza diferentes trabajos de informática y donde se pueden percibir ropas, zapatos y artículos electrónicos en venta, Miguel Ángel García, quien desde adolescente ha vivido paralítico, cuenta su historia. Cómo pasó de ser un joven atlético, lleno de energía, a estar en una silla de ruedas y tener que ser, de alguna manera, dependiente de las personas que lo rodean.

La pesadilla de Miguel Ángel comenzó al momento de diagnosticarle artritis reumatoide juvenil, una enfermedad que afecta a niños y jóvenes y que ataca las articulaciones, causando inflamación, dolor, rigidez y pérdida del movimiento.

“Al principio, joven al fin, con muchos sueños, muchas ideas, fue un poquito fuerte, porque de buenas a primeras pasar de ser una persona atlética a estar postrado en una cama fue difícil de asimilar”, expresa Miguel Ángel.

Cuenta que desde siempre tuvo pasión por el béisbol, deporte que practicaba en su tiempo libre, pero que al verse en esa situación, no tuvo otra opción que aislarse del estadio donde jugaba.

“En ese momento fue cuando empecé a sentir vergüenza de mí mismo. No me aceptaba. Incluso llegué a negarme a utilizar silla de ruedas porque no quería que los demás me vieran en ese estado”.

Aunque en algún momento creyó que simplemente era algo pasajero e iba a volver a poder llevar un estilo de vida normal, su esperanza se desvaneció con el tiempo, cuando en vez de mejorar, su situación seguía empeorando hasta dejarlo completamente inválido.

El aislamiento se hizo parte de su vida en los primeros meses, a pesar de que siempre tuvo personas cercanas dándole el apoyo necesario para que afrontara de forma positiva la situación, que por cosas del destino o no, le había tocado enfrentar.

Recuperación “Nunca me trataron con compasión, nunca usaron un paternalismo que me dañe. Sí me protegían y me ayudaban pero también me daban la oportunidad de hacer las cosas por mí mismo, que no hiciera de mi hogar mi zona de confort”. Más bien Miguel siempre se vio motivado a seguir sus estudios, ya que siempre fue una persona capaz y eso lo ha demostrado a lo largo de los últimos años.

Empoderarse y darse cuenta de que aunque ya era una persona “diferente” seguía teniendo los mismos derechos y oportunidades que los demás, fue el primer paso para salir del pozo en el que se había sumergido durante ese tiempo.

Unirse a la Asociación de Personas con Discapacidad Fisicomotora, institución que conoció a través de un programa de televisión, lo hizo entender que podía seguir adelante. En el lugar le brindaron desde ayuda psicológica hasta la oportunidad de desempeñarse en el ámbito laboral, ya que siempre denotó un talento intelectual bastante alto.

“Cuando llegué a esa institución comencé a trabajar de manera diferente, aceptarme, a verme como una persona con discapacidad”.

Estudió Ingenieria en Sistema (informática), locución y diplomados en liderazgo, empoderamiento, formación de líderes, construcción de proyectos, y su buen desenvolvimiento lo hizo merecedor del puesto directivo del que disfruta actualmente en la institución que lo ayudó a salir adelante y afrontar su situación de manera positiva.

La depresión que al principio se hizo dueña de su ser ya quedaba atrás y, además de su trabajo en la institución, la preparación que tiene fue el punto esencial para que obtuviera el puesto de operador de sistema en el Ayuntamiento del Distrito Nacional, labor que realiza allí desde hace varios años. “La vida continúa, la vida sigue”, son las palabras que con consuelo y satisfacción expresa al saberse una persona que ha podido resurgir de un mundo gris que lo consumía y que no lo dejaba salir a flote.

“Todo se trata de sacarle provecho a la situación, y no simplemente fijarse en la deformación o en el miembro que falta. Cada quien busca la manera de formarse y hoy en día hay mucha tecnología y técnicas que te ayudan a enfrentar la vida de manera positiva”. Son las palabras que lo han mantenido firme.

“Discapacidad no es el fi n de la vida” mi condición” “Lo primero que aparece es la negación, la falta de aceptación y el continuo preguntar de ¿por qué yo?”, afirma la psicóloga clínica Martha Rodríguez Pérez.

En ese mismo tenor explica que la depresión estará presente en los primeros meses de estar padeciendo una situación similar, y se acompaña de ira, resentimiento, sentimientos negativos que pueden durar desde meses hasta años. Asimismo, afirma que como pueden aparentar un posible avance de recuperación la persona afectada es susceptible de presentar retrocesos. Es enfática al decir que “la persona puede creer que lo ha superado y de repente aparecen dudas, reniegos, celos, emociones encontradas que se creían superadas, que resurgen como recordatorios de lo que se ha perdido”.

Según la experta, mientras más rápido se acepte que ya las cosas no serán como antes, con más facilidad se podrá seguir adelante y encontrar diferentes alternativas viables para encontrar la satisfacción que necesita en las cosas que sí tiene.

“No se debe comparar con nadie, pues todos somos diferentes y en esas diferencias es que nos volvemos importantes para los demás. La individualidad nos hace quienes somos para las personas que tenemos alrededor y que nos aman”.

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