ALTERNATIVAS
La ciencia a favor de un futuro libre de humo
El humo del cigarrillo es una mezcla compleja de más de 8,000 sustancias químicas. Varios de estos químicos son dañinos y han sido clasificados por las autoridades de salud pública como posibles causas de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Los estudios científicos han demostrado que, a medida que aumenta la temperatura del tabaco, aumentan los niveles de sustancias químicas nocivas formadas.
“Hace 23 años atrás como científicos nos dimos cuenta que el problema estaba en las altas temperaturas de quemar el tabaco en los cigarrillos. Encontramos la respuesta o solución más inteligente, cuando vimos que si eliminamos estas altas temperaturas, es decir, si en vez de quemar solo se calienta el tabaco, produciría menos daño”, relata Michael Franzon, investigador sueco, especialista en temas de nicotina y reducción de daño del tabaquismo de Philip Morris Internacional (PMI), quien dictó la conferencia “Innovación disruptiva: aplicando la ciencia y tecnología para productos de riesgo reducido” en el Tech Day 2018 República Dominicana.
El experto farmacéutico en áreas respiratoria y adicciones asegura que desde hace más de una década se viene destinando recursos económicos y humanos, como es el caso del centro de investigación conocido como El Cubo, en Suiza, para tener base científica que lo compruebe y también desarrollar productos que sean mejores alternativas.
“Cada una de las nuevas plataformas que se desarrollan son productos libres de humo diseñados para eliminar significativamente la formación de estos químicos, mientras se satisface en la medida de lo posible las características de sabor, administración de nicotina y rituales de los cigarrillos”.
El primero de cuatro plataformas es IQOS, el cual consiste en una lámina controlada electrónicamente que calienta precisamente una barra de tabaco especialmente diseñada a temperaturas por debajo de los 350° grados Celsius, cuando lo normal es que un cigarrillo convencional se queme a 850 grados Celcius. Lo que podría reducir los componentes químicos en un 95%. La experiencia de este dispositivo dura 6 minutos o 14 inhalaciones, similar a un cigarrillo.
República Dominicana es el tercer país en Latinoamérica en traer esa alternativa para los fumadores que aún continúan con el deseo de consumir tabaco, explica Roberto Yunén, director general de PMI para República Dominicana desde junio de este año, que es, por cierto, el primer dominicano en ocupar esa posición en la multinacional.
Asegura también que a tan solo tres meses en el país la plataforma ha tenido buena aceptación.
Franzon puntualiza que están accesibles a compartir sus investigaciones y a que se unan más expertos al tema.
“El año pasado sobrepasamos las 200 publicaciones revisadas por pares y capítulos de libros sobre la ciencia alrededor de la investigación libre de humo. Estamos abiertos a compartir estos datos con instituciones académicas y científicos que no tengan ningún vínculo con el sector tabacalero. Queremos tener un diálogo con ellos. La idea es socializar con la comunidad médica esta ciencia que tenemos”.
Concluye expresando que la razón de tanta ciencia es solo una. “Buscamos para 2025 al menos un 30% de los fumadores cambien a mejores alternativas”.
PASO A PASO, EL CENTRO DE INVESTIGACIÓN AGOTA ESTE PROCESO:
01 DESARROLLO DE PLATAFORMAS: la evaluación de la reducción de riesgo de un producto libre de humo se basa en la calidad del diseño del producto inicial y en controles de fabricación para garantizar que el producto libere un aerosol consistente.
02 INVESTIGACIÓN DE LABORATORIO: aquí los científicos verifican el potencial de un aerosol de un producto libre de humo para reducir el riesgo comparado con el humo del cigarrillo midiendo una reducción en la toxicidad.
03 ESTUDIOS CLÍNICOS con fumadores adultos para comprender si el cambio a los productos libres de humo reduce su exposición a los agentes tóxicos.
También se determina si esto conlleva a un cambio favorable en los marcadores clínicos de riesgo asociados con enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
04 EVALUACIÓN A LARGO PLAZO: se monitorea e investiga el uso de producto libre de humo una vez se encuentre en el mercado con el fin de evaluar el aporte del producto a la reducción de daño.
05 INVESTIGACIÓN DE LA VIDA REAL: estudios de cómo perciben los fumadores el riesgo de un producto y cómo adoptan y utilizan un producto libre de humo en condiciones de la vida real. Aquí se verifica que los no fumadores y los antiguos fumadores comprendan que los productos libres de humo no están previstos para ellos.
06 EVALUACIÓN RIGUROSA: aunque estos productos son bienes de consumo, previstos como sustitutos de los cigarrillos, cualquier afirmación de que un producto en particular es menos nocivo que fumar debe ser respaldada por base científica sólida.
Por eso se sigue la evaluación científica inspirada en normas y prácticas adoptadas hace mucho por la industria farmacéutica y en la orientación emitida por el Centro para Productos de Tabaco de la FDA de EE.UU.
Pasos científicos de El Cubo
El científico Michael Franzon asegura que se realizan muchas investigaciones de mercado y el comportamiento del consumidor para comprobar que las nuevas plataformas funcionen. “Tenemos programas que trabajan la percepción de los fumadores para saber cómo reaccionan a estos nuevos productos, buscando estar seguros de que los fumadores entendieran cómo este producto reducía el riesgo sin dejar a un lado que sigue teniendo riesgos, aunque en mucho menor proporciones”.