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PSICOLOGÍA

Salud mental de los jefes de Estado es tema de cuidado

La estabilidad emocional de una persona afecta su desempeño laboral, una realidad de la que no escapa un presidente. Por eso, según el psicólogo Nicanor Rodríguez, los exámenes médicos regulares a los que se somete un jefe de Estado deben incluir la evaluación de su salud mental.

El presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos (Codopsi) va más lejos al expresar que entre los médicos de cabecera de un presidente debe haber un profesional de la conducta.

Y es que de la labor de un mandatario dependen los destinos de millones de personas, pero, además, el equilibrio -o falta de equilibrio- que exhiba en sus intervenciones públicas impacta en el nivel de confianza de los ciudadanos.

“Imagínate que un presidente esté afectado de salud mental.

Eso es grave”, comenta Rodríguez.

La cantidad y la magnitud de las responsabilidades del cargo son, precisamente, dos de las principales razones por las cuales el presidente de un país puede desarrollar trastornos mentales como estrés, ansiedad o depresión.

“Todos sufrimos estrés -aclara el psicólogo-, pero un presidente tiene compromisos de mayor envergadura y no puede evadirlos porque es la persona que debe darles respuesta”.

Esto resulta especialmente cierto en naciones donde el ejercicio del poder se caracteriza por el personalismo o caudillismo.

A las responsabilidades propias del cargo se añaden la presión del escrutinio público permanente y la preocupación por la seguridad personal.

En ese sentido, Rodríguez comenta que los líderes políticos no solo atraen grandes masas, sino que también se granjean muchos enemigos.

Indica, por otro lado, que en países donde los funcionarios aprovechan las posiciones públicas para enriquecerse, un mandatario podría sentirse tenso y agobiado por lo que implicaría terminar su mandato y, desprovisto de sus privilegios, ser sometido a la justicia.

Manifestaciones

Mal humor, problemas estomacales y trastornos del sueño son solo algunos de los síntomas que manifiesta una persona cuyos niveles de estrés y ansiedad superan los parámetros normales.

La carga emocional y psicológica puede llegar a expresarse en muchos casos a través de síntomas físicos.

Para muestra un botón: a principios del año 2015 el presidente Danilo Medina confirmó a los medios de comunicación que padecía una dermatitis producto del estrés por el exceso de trabajo.

Seguimiento

Para velar por el bienestar psicológico y emocional de un jefe de Estado, el presidente del Colegio Dominicano de Psicólogos recomienda el seguimiento profesional especializado.

“Así como se hace un chequeo médico, el ejercicio físico regular, ver a un profesional de la conducta debe de estar dentro de la agenda”, explica.

Aunque algunos gobernantes se nieguen a hacer una pausa en el trabajo, Rodríguez destaca que el descanso es una de las medidas necesarias para recuperar el equilibrio mental. El líder de un país, por tanto, también necesita apartar un tiempo para reposar o tomar vacaciones.

De acuerdo con el psicólogo, el apoyo familiar no es menos importante.

Estudio

Los trastornos de salud mental entre los presidentes podrían ser más comunes de lo imaginado. Al menos así se desprendió de una revisión biográfica de 37 mandatarios estadounidenses que gobernaron entre 1776 y 1974. El estudio, liderado por Jonathan R. T. Davidson (Departamento de Psiquiatría, Duke University Medical Center, Durham, Carolina del Norte), arrojó que 18 de ellos (49 %) cumplieron con los criterios que sugerían un trastorno psiquiátrico: depresión (24 %), ansiedad (8%), trastorno bipolar (8 %) y dependencia del alcohol (8 %) fueron los más comunes.

“En 10 casos (27 %) se evidenció un trastorno durante la presidencia, que en la mayoría de los casos probablemente perjudicó el desempeño laboral”, aseguró el informe final del estudio.