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Linfedema, una secuela de cáncer que no tiene cura pero puede tratarse

El linfedema es uno de los efectos secundarios del cáncer de mama y se caracteriza por la hinchazón en brazos y piernas. Aunque no tiene cura, tratarlo oportunamente puede reducir los síntomas y evitar su avance, dijo a Efe una especialista.

"El linfedema ocurre cuando el sistema linfático, que es parte del sistema circulatorio, se interrumpe o está enfermo, entonces el líquido que tiene que regresar se sale y empiezan a hincharse partes del cuerpo", explicó la terapeuta Isabelle Aloi Timeus.

La especialista, que es directora y presidenta de la fundación Salvati, señaló que cuando se padece algún tipo de cáncer siempre se piensa en las secuelas estéticas y funcionales que deja la enfermedad.

Por ejemplo, en el caso del cáncer de mama hay pérdida o deformidad en el pecho, efectos en la piel por la radioterapia, molestias sensitivas por la quimioterapia, pero se pone poca atención en el linfedema.

Aloi Timeus explicó que el sistema linfático es el encargado de limpiar el cuerpo de "virus, bacterias, células tumorales y todo lo malo que entra".

Dentro de ese sistema, los ganglios juegan un papel fundamental pues "son como una coladera que atrapa toda esa basura".

Cuando hay un tumor en la mama, el sistema linfático lo detecta, lo atrapa y lo lleva a los ganglios más cercanos.

Sin embargo, cuando se opera una persona se le suelen quitar los ganglios, lo que provoca que haya menos flujo para la circulación del sistema linfático y los vasos linfáticos no sea capaces de drenar de manera adecuada el líquido linfático, produciendo así hinchazón.

"Esto puede presentarse tras la operación o, incluso, varios años después", aseguró.

La especialista explicó que este padecimiento no es prevenible y no hay nada que avise físicamente que puede suceder "el único síntoma es la hinchazón".

No obstante, dijo que muchos pacientes refieren tener sensación de pesadez, dolor, molestia y, obviamente, cambios en el tamaño de brazos o piernas.

Aunque no tiene cura, Aloi Timeus destacó que una de las maneras más efectivas de tratar y evitar que haya mayores consecuencias es el uso de prendas de compresión que ayudan a evitar la acumulación de líquidos.

"También se debe evitar cargar pesado y no aplicar calor en el brazo, pecho o espalda porque dilata los vasos, hace que llegue más sangre y que regrese el líquido linfático", detalló.

Del mismo modo, dijo que se deben usar prendas de compresión al hacer ejercicio, si se va a viajar o se realizarán actividades pesadas.

Además, se debe tener cuidado al exprimir, cocinar, meter las manos al horno, planchar al vapor, no estar de pie por tiempo prolongado, cargar peso levantada o mantener las piernas abajo sin moverlas.

La especialista señaló que este problema se presenta entre 35 y 40 % de las mujeres a las que se les han quitado ganglios, pero cuando se da un tratamiento adecuado el riesgo se reduce a una de cada 10 pacientes que pueden padecerlo.

Aloi Timeus lamentó que, en México, muchas veces el problema se agrava debido al desconocimiento de los doctores de cómo tratar este padecimiento "ya que piensan que solo es retención de líquidos o las mandan a terapias que no son las adecuadas".

Desde 2009, la fundación que preside creó la iniciativa Pintadita a tu Salud, un proyecto de arte en el que mujeres sobrevivientes de cáncer de mama hacen pinturas con el fin de recaudar fondos para apoyar la adquisición de prendas de compresión que ayuden a prevenir la enfermedad.

El cáncer sigue siendo una de las principales causas de mortalidad del mundo, con aproximadamente 14 millones de casos nuevos en el año 2012, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Las estimaciones poblacionales indican que estas cifras probablemente aumenten en un 70 % en las próximas décadas, alcanzando los 24 millones aproximadamente en el año 2035.

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