MEDICINA
Hemofilia: cada embarazo conlleva el mismo riesgo
Para los pacientes que padecen de hemofilia, llevar un estilo de vida “normal” no es tan fácil, ya que los cuidados que se deben tener son muy estrictos, puesto que cualquier golpe mínimo trae consigo graves consecuencias.
Sin embargo, se puede optimizar la calidad y tiempo de vida siempre y cuando se les proporcionen los factores necesarios (factor 8 cuando es hemofilia A, y factor 9 cuando se trata de un tipo B) y sepan actuar ante cualquier situación.
A diferencia de la enfermedad de Von Willebrand, en la que tanto personas de sexo masculino como femenino tienen el mismo riesgo de padecerla, la hemofilia afecta directamente a los hombres.
Así lo expresó la oncóloga y pediatra hematóloga Kathia Valverde durante el foro educativo SCI, desarrollado por la farmacéutica Pfizer, quien a su vez asegura que al ser una enfermedad que se transmite genéticamente, las mujeres resultan portadoras y los hombres quienes presentan manifestaciones de sangrados y hematomas.
No obstante, no se descarta la idea de que personas del sexo femenino puedan desarrollar los síntomas, ya que “aunque es poco común, se han dado algunos casos”.
Hay que resaltar que no todas las hemofilias son iguales; tienen grados diferentes de severidad y dependen de qué tanto el factor se esté produciendo. Lo normal en una persona sana es tener un factor sobre el 50 %. Los pacientes que tienen un factor que está entre un 6 y un 50 % son pacientes que se consideran leves. Pacientes entre 1 y 5 %, moderados y los que tienen menos de uno son pacientes severos, debido a que sangran en abundancia.
La mitad de los casos hemofílicos son determinados durante el periodo neonatal. La única forma de descartar o confirmar el diagnóstico es haciendo una evaluación en un laboratorio clínico, el cual también ayudará a comprobar el tipo.
La detección de esta enfermedad puede hacerse por historia familiar, lo que quiere decir que si dentro del árbol genealógico hay alguien con antecedente de hemofilia, las probabilidades de que usted o sus hijos la padezcan aumentan significativamente.
En cuanto a la procreación, el hecho de tener un niño hemofílico no indica que los demás no saldrán con esta condición, ya que, según la doctora, esto es algo que se da al azar; con cada embarazo se tiran de nuevo las cartas, por lo que el riesgo es el mismo.