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SOCIEDAD

Prostitución ocasional a través de internet está en auge en Hong Kong

Para las "part-time girlfriends" ("novias a tiempo parcial), las redes sociales ofrecen una manera fácil de conectar con clientes en busca de sexo, pero esta ventaja tiene el inconveniente de tentar a chicas cada vez más jóvenes.

En una ciudad cuyo costo de vida es exorbitante, la actividad de 'escort' es un medio fácil de ganar dinero para mujeres jóvenes que, además, estudian o trabajan.

Con una eficacia desconcertante, el 'hashtag' permite, en sitios como Instagram, a estas "novias a tiempo parcial" y sus clientes establecer relaciones que derivan de inmediato a mensajerías privadas para concretar sus encuentros.

Interrogada por la AFP, la policía dice haber actuado contra algunos sitios y foros. En Hong Kong, la prostitución no es ilegal, pero sí captar clientes.

Instagram afirma haber vuelto los hashtags #ptgf y #hkptgf inoperantes, pero otros tomaron el relevo, añadiendo a veces apenas un carácter en chino para eludir la censura.

Soledad, curiosidad, problemas familiares o dinero... Según las oenegés especializadas, las razones que empujan a muchas jóvenes hacia esta forma moderna de prostitución son numerosas.

Kiki, una estudiante de 19 años, quien aceptó dar su testimonio bajo seudónimo, dice que se prostituye desde los 17.

"Me había peleado con mi hermana y no estaba feliz, buscaba a alguien que me escuchara", comenta a la AFP. "Las primeras veces, esto me hizo bien, entonces continué buscando clientes para acompañar", explica.

Al principio, las perspectivas de estos encuentros la ponían nerviosa, pero los ingresos suplementarios dejaron sus dudas en un segundo plano.

- Falsa impresión de seguridad - "Mi familia no era muy rica. Yo ganaba dinero y economizaba", señala, explicando que facturaba unos 300 dólares (de Hong Kong, equivalentes a 32 euros) por una cena o unas caricias, y hasta 1.000 por mantener relaciones sexuales.

Pero, tras dejar esta actividad hace un año al formar pareja, explica que actualmente lamenta ese pasado. Por lo tanto, exhorta a quienes quisieran lanzarse a la prostitución, incluso ocasional, a pensarlo dos veces.

"Un futuro marido o novio podría no aceptarlo", advierte. "Es como una aguja que te atraviesa el corazón y permanecerá allí para siempre", afirma.

Según Bowie Lam, de la asociación Teen's Key, qua ayuda a las trabajadoras del sexo menores de 25 años en Hong Kong, internet puede brindarles una falsa impresión de seguridad.

Incluso, para ella, las redes sociales son responsables de que las "novias a tiempo parcial" sean cada vez más jóvenes.

"Ellas creen que controlan las cosas, piensan que pueden filtrar a sus clientes, discutir con ellos, pero internet sólo enturbia las fronteras", dice.

Estas chicas no se consideran trabajadoras sexuales puesto que no ejercen en habitaciones sórdidas o en bares o clubes del 'barrio rojo', añade.

A veces, no mantienen relaciones sexuales en el primer encuentro. En ocasiones, primero las llevan a cenar, visitar un parque de atracciones o a pasear por las colinas hongkonesas. Pero, tarde o temprano, llegan las relaciones sexuales.

- Una sombra en su vida - En una sociedad particularmente conservadora, es responsabilidad del gobierno adoptar una estrategia a largo plazo para hacer que el tema se trate en la casa o en la escuela, puesto que el sexo es tabú, estima Lam. Está convencida que esto podría evitar que muchas chicas se encuentren en situación de riesgo.

Su asociación propone diversos tipos de ayuda a las trabajadoras del sexo, ya sea sobre análisis médicos, consejos de orientación profesional, o cómo gestionar un presupuesto.

Pero, en una ciudad tan cara como la excolonia británica, la prostitución puede ser para algunas jóvenes una solución tentadora.

Nicole, de 24 años, comenzó a lucrar con su cuerpo a los 18 para pagarse los estudios, contactando clientes por internet.

Actualmente tiene un oficio, pero continúa prostituyéndose para pagar sus préstamos de estudiante. La prostitución es para ella una sombra en su vida.

"No me creo pura, me siento muy sucia. A todas aquellas que quisieran hacerlo, intentaría diduadirlas", dice.

Pero, rechaza que la juzqguen.

"Ninguna chica ejerce este trabajo porque tiene ganas", desliza. "Lo hacen ya sea porque tienen necesidades, o porque tienen problemas que no logran solucionar", asevera.