SALUD

El consumo de edulcorantes debe estar dentro de un límite seguro

En los últimos años la industria de bebidas y alimentos ha hecho grandes esfuerzos para reducir el contenido de azúcares en sus productos, a fin de cumplir con los lineamientos establecidos por las autoridades de salud.

En este sentido, el uso de sustitutos de azúcar se ha convertido en una gran alternativa para disminuir los niveles de esta en los diferentes productos, y conservar, al mismo tiempo, su sabor dulce. La popularidad de los edulcorantes no calóricos se ha extendido tanto que algunos círculos científicos empezaron a cuestionarse sobre el riesgo que tendría un posible consumo excesivo de estas sustancias, con lo cual podrían rebasarse los índices de Ingesta Diaria Aceptable (ADIs, por sus siglas en inglés) establecidos por los organismos reguladores internacionales.

Con ello en mente, un equipo de expertos analizó toda la información disponible sobre el consumo actual de endulzantes sin calorías a nivel global, a fin de determinar si este efectivamente ha rebasado dichos umbrales de seguridad a últimas fechas.

Para su estudio, los investigadores analizaron los niveles de ingesta mundial de aspartame, acesulfame, sacarina, sucralosa, ciclamato, taumatina y estevia desde el año 2008 al día de hoy, según diversas bases de datos médicos. Los resultados fueron organizados de acuerdo con siete regiones: África, Asia, Australia/Nueva Zelanda, Europa, Latinoamérica, Norteamérica y global.

En el caso de Latinoamérica, encontraron que más del 70% de la población, incluidos niños y personas con diabetes, consumía productos fabricados con alguno de los seis edulcorantes no calóricos analizados, sin que en ningún caso la ingesta excediera los índices de ADIs establecidos para estos ingredientes.

Y lo mismo sucedió en el resto de las regiones objeto de la investigación: en ninguna de ellas se observó que el consumo de edulcorantes no calóricos fuera superior a los límites estipulados por las autoridades de salud.

Los resultados también señalan que no se ha presentado un incremento demasiado significativo en el consumo de edulcorantes no calóricos en el ámbito global.

Solo en ciertos casos, como el de personas que viven con diabetes o niños con determinadas necesidades médicas, se advirtió un aumento en dicho consumo, sin que ello implicara riesgo alguno para su salud.

“La información que obtuvimos es suficiente para sentirnos tranquilos”, concluyen los autores.

“No existe evidencia de que el consumo de edulcorantes no calóricos haya aumentado de manera relevante en el mundo; los niveles de exposición a estas sustancias se encuentran actualmente dentro de los límites fijados para este tipo de endulzantes”.

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