Turismo naranja: nueva tendencia para atraer jóvenes

La creatividad a la hora de viajar, esa curiosidad por conocer a fondo la historia de un pueblo, disfrutar de su arte, bailar el ritmo típico, probar la gastronomía o estudiar las características de su identidad son los atractivos que impulsan a la nueva generación a conocer un destino.

Los millennials y los centennials, como se denominan a los grupos de la era digital según su año de nacimiento, no son los turistas convencionales de sol y playa. Su afán por el conocimiento ha generado la creación de un modelo turístico que invita a los jóvenes a sentir experiencias que no deberían dejar fuera en sus vacaciones.

El turismo toma un color para atraer a la juventud aventurera y con ganas de husmear completamente un país: el naranja, que va tras esos chicos con sed de tener a mano informaciones que son poco promocionadas.

¿De dónde surge el concepto?

En 2013, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) publicó el manual “La economía naranja: una oportunidad infinita”, donde se analiza la importancia de la economía cultural y creativa. De ahí en lo adelante, nació el turismo naranja como una relación de la sostenibilidad que fomenta el desarrollo cultural, económico y social.

Un kilómetro cuadrado que impulsa el turismo naranja en RD

República Dominicana no quiere quedarse detrás ante esta nueva forma de hacer turismo. La Ciudad Colonial de Santo Domingo se ha convertido en un destino naranja, enfocándose en vender la actividad turística como un complemento, que pese a que no posee playa, crea curiosidad en la actual y nueva generación de visitantes.

Es por eso que la zona ha aprovechado su fase de reestructuración para introducir dinámicas que van más allá de lo cultural. Los Millennials y Centennials que visitan la ciudad primada de América no dan apertura a la improvisación, pues estos turistas hacen una guía de todo lo que puede ofrecer el lugar.

Desde visitar un museo en la mañana, andar en bicicleta en la tarde o disfrutar un espectáculo de merengue en la noche, el joven dominicano o el extranjero, puede elegir una variada ruta para vivir al máximo su experiencia colonial.

La coordinadora del Programa de Fomento al Turismo de la Ciudad Colonial (PFTCC), Maribel Villalona, aprovechó la feria ‘Dominican Annual Tourism Exchange’ (DATE 2018) para referirse a la zona como un espacio contemporáneo y adaptable al siglo 21.

La arquitecta habló con entusiasmo sobre el valor que se le ha dado al patrimonio cultural de los dominicanos, lo que está activando esa economía naranja que tanto buscan los jóvenes viajeros de hoy.

Sobre todas las cosas, las autoridades del Ministerio de Turismo (Mitur), han querido invitar a la juventud a explorar la dominicanidad como una experiencia de multidestino. De este modo, siguen apostando al desarrollo de la oferta de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, destacando su declaración por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio de la Humanidad.

“El lugar es recorrible en poco tiempo y allí se resumen más de 500 años de historia y cultura urbana dominicana. Es el kilómetro cuadrado que más nos identifica como dominicanos”, comenta Villalona.

Además de la línea de tiempo que la zona pueda ofrecer a sus turistas jóvenes, está dando a probar una oferta arquitectónica y monumental, además de sus emblemáticos hoteles que tiene como misión la cálida hospitalidad.

Nuevos itinerarios

La renovación de la Ciudad Colonial que cuenta con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ha permitido que innovadoras plazas culturales abrieran sus puertas en los últimos cinco años, entre ellas, museos, teatros, microteatros, restaurantes, galerías de artes y librerías, áreas que son “impresionantemente memorables”, de acuerdo a Villalona.

Además, 10 rutas turísticas se abrirán en verano de este 2018 para fortalecer los tres elementos básicos en los que se quiere basar el Programa de Fomento, que son: turismo, economía y cultura. Estas serán denominadas Senderos de la Fe, de la Niñez, del Agua, entre otras.

El turista millennial que escoja el centro histórico de la capital dominicana como su lugar de vacaciones, encontrará según Villalona una “ciudad histórica llena de vida. Esa es nuestra diferenciación frente a otros destinos”.

¿La certeza?

Como el turismo naranja es la tendencia, la Zona Colonial vende una nueva cara: “Haz tus descubrimientos mediante experiencias únicas”. Para eso tuvo que revitalizarse y apostar a una nueva oferta turística nacional.

Los resultados se han visto. Datos del Observatorio Turístico del lugar evidencian el crecimiento que se ha presentado allí. En el primer semestre del 2017 el total de visitantes y excursiones aumentó un 12%, la ocupación de alojamientos un 7% y la llegada de cruceristas un 7%.

En ese año, el motivo del 90% de los visitantes fue por turismo naranja, sólo un 10% llegó al lugar por negocios.

Los jóvenes con edades comprendidas en 17 y 29 años ocuparon el 21% del total de la llegada de turistas. El 64% de los visitantes de ese período hizo su recorrido individual, no por tours organizados.

573,788 personas visitaron los museos de la zona en 2017. 532, 128 turistas eran extranjeros, el resto eran nacionales.

Cuatro aspectos que busca un turista naranja

1. Diversificación de la oferta turística.

2. Experiencias en base al turismo sostenible.

3. Romper la estacionalidad turística.

4. Combinar diferentes segmentos turísticos.

Los más explorados:

De acuerdo al informe de Sostenibilidad Turística de Ciudad Colonial estos son los espacios que más turistas naranja visitan en la zona diariamente:

1. Calle El Conde (1,480 turistas por día).

2. Calle Las Damas (1,480 turistas por día).

3. Plaza España (1,159 turistas por día).

4. Catedral Primada de América (619 turistas por día).

5. Alcázar de Colón

(514 turistas por día).

6. Casas Reales

(214 por día).

7. Museo Fortaleza de Santo Domingo (87 turistas por día).