Guía para proteger tu piel y tu pelo del sol

El candente sol del Caribe, el agua salada del mar y el cloro de las piscinas pueden afectar la salud y la belleza de tu piel y tu cabello.

Por eso debes protegerte. ¿Cómo? Siguiendo estos simples pero efectivos consejos

Siempre que puedas, evita exponerte al sol entre las 10:00 de la mañana y las 3:00 de la tarde. Es el lapso en que los rayos del sol castigan con mayor fuerza. Si tomas algún tipo de medicación (fármacos hipertensivos, antibióticos, anticonvulsivantes o hipoglucemiantes), infórmate bien sobre sus efectos secundarios. Algunos fármacos pueden causar fotosensibilización. Evita usar perfumes o cremas cuando tomes sol. Pueden manchar tu piel. También el limón, así que ¡ten cuidado cuando tomes limonada en la playa o piscina! No olvides un protector con factor de protección solar (SPF, por sus siglas en inglés) alto. Aplícalo en toda la piel expuesta media hora antes de estar al sol e incluso cuando estés a la sombra y solo recibas el resplandor. Reaplica cada dos horas, cuando sudes mucho o cada vez que salgas del agua. Mantén tu piel bien hidratada. Luego de exponerte al sol, aplica cremas hidratantes y emolientes. Consume mucho líquido, frutas y vegetales. Para proteger tus ojos, usa lentes oscuros con protección contra los rayos ultravioleta (si no tienen esta protección podrían causarte más daño). Procura que cubran tus ojos lo mejor posible. Usa gorras, pañuelos o sombreros para proteger tu cabello. Este también sufre por el sol. Si tienes tintes, texturizados o rayitos, usa espráis protectores y productos con filtro solar. También puedes usar un poco de acondicionador de pelo. Luego de bañarte en la playa, enjuaga tu pelo con abundante agua dulce para retirar los restos de sal y arena y que no se reseque. Evita exponerlo al aire caliente del secador. Si necesitas secar tu cabello, usa el aire frío. No te depiles justo antes de ir a la playa o piscina. El sol puede irritar tu piel. Debes hacerlo al menos con 24 horas de antelación.