DESARROLLO
¡A evaluar el habla de sus hijos!
Es de suma importancia que los padres sigan de cerca el habla de sus hijos, sobre todo si muestran dificultad para comunicarse o hacerse entender a través del lenguaje oral. De ser así, debe considerarse realizar una evaluación del habla o valoración por parte de un profesional del área.
Los principales trastornos del habla que pudieran evaluarse y posteriormente tratarse son: dislalias, tartamudez y trastorno específico del habla.
“Se debe tener en cuenta los hitos del desarrollo o momentos en que el niño domine ciertas destrezas. Esto nos permitirá saber cuándo es el momento indicado de evaluar”, afirma Patricia Martínez Lara, terapeuta del habla del Centro Orientación Psicológica y Educativa (COPE).
Según la especialista, “cuando observamos dificultad para pronunciar más del 50% de los fonemas alrededor de los tres años o cuando se observa dificultad para comunicarse a través de oraciones pasados los 36 meses, es un buen momento para consultar un profesional”.
Asimismo, de observar signos de tartamudez frecuentes, que imposibilitan una comunicación fluida o un vocabulario inferior a cinco palabras pasados los 24 meses, también es prudente asistirse de un logopeda, como se les conoce a estos expertos.
“Como padres debemos analizar el desarrollo verbal de nuestros hijos, ya que los primeros tres años son críticos para la adquisición de las habilidades del habla y del lenguaje. A los tres años en el desarrollo típico de un niño este debe dominar los sonidos ‘p’, ‘b’ y ‘m’. Si nota que su hijo aún no domina estos, debe buscar ayuda”, comenta María Leiva, terapeuta del lenguaje del Centro de Atención Interactúo.
Las evaluaciones del habla son pruebas estandarizadas, las cuales arrojan datos que permiten determinar las dificultades específicas y hacer un comparativo con el desarrollo esperado para su edad. Se evalúa el habla de las personas desde los componentes fonológico (pronunciación), lexical (vocabulario), morfo-sintáctico (oraciones y frases) y pragmático (uso social que se da al lenguaje).
En adición a esto, Leiva sostiene: “También se evalúa la articulación, que es la manera de pronunciar sonidos.
Esto se analiza en un modelo jerárquico que consiste en fonemas, palabras, oraciones y conversación espontanea”.