Mejoras en el pico Duarte, el Tetero y el valle de Bao

El recorrido monte adentro es mucho más placentero si el viajero sabe que durante el trayecto, en los puntos de descanso y en el destino final contará con infraestructuras adecuadas y un sistema de comunicaciones que garantice su seguridad en caso de emergencia.

Eso, y saber que viaja con guías experimentados que sabrán responder en cada situación, que los senderos están bien cuidados y definidos y que la estadía es justo como la imaginaba y había planificado.

Es lo que ha comenzado a lograrse en los parques nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez, áreas protegidas de la cordillera Central donde se viven las experiencias organizadas más extremas del ecoturismo dominicano: las rutas que llevan al pico más alto de las Antillas (3,087 metros sobre el nivel del mar) y a los valles de Bao y del Tetero.

Los trabajos que realizan en conjunto con este fin la Fundación Desde el Medio y el Ministerio de Medio Ambiente han representado un aumento en las visitas y en la calidad de vida de las comunidades aledañas a los parques.

¿QUÉ SE HA HECHO? 

La intervención en los parques nacionales Armando Bermúdez y José del Carmen Ramírez incluye señalización hasta el pico Duarte y el valle del Tetero, reparación y construcción de puentes, mantenimiento de casetas, elaboración de folletos y mapas interpretativos y mejoras en el centro de protección y vigilancia ubicado en La Ciénaga de Manabao (Jarabacoa).

En el Tetero se le dio mantenimiento al centro de visitantes construido hace unos años. Se arreglaron las tuberías, se instalaron paneles solares, el techo fue impermeabilizado y se dotó de comunicación con tecnología digital.

En los refugios y en los puntos de descanso se instalaron cobertizos y bancos, mesas para las comidas, letrinas y agua potable para los excursionistas. A los guardaparques y guías se les mejoró el salario y se les asignaron mulos, abrigos, botas y uniformes.

Iván Gómez, presidente de la Fundación Desde el Medio y experimentado montañista dominicano, explica que estas mejoras implican un esfuerzo extraordinario porque cualquier detallito hay que traerlo a mulo o a hombros.

“Los paneles solares los subimos a mano, porque en las mulas se estaban rompiendo. Aquí no contamos con helicópteros potentes, y por eso todo es más difícil”, comenta el único dominicano que ha coronado las montañas más altas de los cinco continentes.

Antes, los habitantes de las comunidades cercanas se internaban en estos parques a coger cotorras y a buscar varas para sembrar tayota, sigue Iván, pero muchos ya están viviendo del turismo y poco a poco ha cambiado la cultura de que la temporada para visitarlos solo va de enero a marzo.

“Tenemos visitantes el año entero, y desde el año pasado se están rompiendo récords de visitas, llegando a los 5,000 y 6,000 turistas al año”. 

AVANCES EN EL ECOTURISMO DE ALTURA

Seguridad. Daneris Santana, viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, comenta que los parques cuentan con un equipo de guardaparques, un administrador y varios supervisores que forman un equipo junto a los guías de montaña. 

“La asociación de guías tiene un vínculo con el parque desde su creación. Ellos hacen trabajos, además de guianza, de protección, de conservación y de cuidado del parque”, dice Santana.

TESTIMONIO. Edward Canela, guía de montañas desde los 15 años y miembro de la brigada de caminos del parque Armando Bermúdez, dice mientras cocina en el valle del Tetero que antes de las intervenciones todo era más duro. 

“Ahora estamos cómodos, tenemos electricidad y todo es más higiénico”, dice a LISTIN DIARIO.

Las brigadas de caminos, explica el joven de 33 años que sube las lomas de estos parques desde los siete, “son las que acotejan los senderos para que el camino esté adecuado para los visitantes”.

PRÓXIMAS INTERVENCIONES

El trabajo realizado en el Tetero será duplicado durante 2018 y 2019 en el centro de visitantes del valle de Bao, a 1,800 metros sobre el nivel del mar y a 12 kilómetros de Las Guácaras, en el parque Armando Bermúdez.

Entre otros proyectos, también será ampliada y mejorada la caseta de Compartición, el principal lugar de acampada de la ruta al pico Duarte; y se realizará el mantenimiento, la electrificación y la asignación de guardaparques de la caseta del valle de Lilís, la antesala a la cima más alta de las Antillas.