SOCIEDAD
Fe en la inclusión
“El verdadero evangelio que trajo Cristo al mundo es inclusivo”.
Una reciente noche de domingo, Ysabel Paulino se dirige a un grupo reunido en la iglesia Ministerio Shalom, en Bajos de Haina.
No se trata de los feligreses asiduos sentados en hileras. El grupo lo componen personas con discapacidad que, acomodadas en torno a mesas decoradas en rojo y verde, disfrutan una cena navideña organizada especialmente para ellas.
La iniciativa de la fundación Impactando Vidas, que preside Paulino, quien tiene once años en silla de ruedas, es un esfuerzo por hacer de las congregaciones evangélicas espacios más amigables para las personas con discapacidad. Después de todo, argumenta, Jesús vino con un mensaje inclusivo.
Para explicar su punto cita las palabras del propio Cristo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Y se detiene en el uso de la palabra “todo” haciendo notar que en Dios “no hay acepción de personas”.
Su historia Paulino, la benjamina entre ocho hermanos, no siempre anduvo en silla de ruedas. Rondaba los 18 años y ya había concluido el bachillerato cuando empezaron a manifestarse en ella las señales de que algo andaba mal. Falseaba al caminar, sufría caídas y sus piernas comenzaron a perder fuerzas.
Tras la peregrinación médica usual en este tipo de casos, el neurólogo determinó que sufría mielitis. La incertidumbre sobre el diagnóstico terminó, pero no el dolor. “Sufrí mucho y mi familia sufrió mucho -cuenta- porque no nací con la enfermedad, sino que la adquirí de adulta”.
Los esfuerzos que por ayudarla hacía su hermana Gisela, quien es maestra de educación especial y le mostraba casos de personas con discapacidad que se habían superado, resultaron vanos.
Paulino se sumergió en un estado permanente de depresión y amargura.
¿Qué hizo que aquella joven triste se convirtiera en la mujer que hoy defiende los derechos de la población con discapacidad? “Fueron muchas cosas”, contesta.
La lista incluye a su familia (a la que define como maravillosa) y amigos, que al principio tuvieron que “empujarla” para que saliera adelante.
Y está su fe.
Paulino proviene de una familia cristiana y, aunque al principio se sentía incómoda incluso en la iglesia (“la gente me miraba con pena”, recuerda), experimentar el amor y la fidelidad de Dios en medio de circunstancias adversas la ayudó a no decaer.
Como Mefi-boset, el personaje bíblico que tenía una discapacidad motora y que pasó del olvido a sentarse a la mesa del rey David, Paulino decidió dejar a un lado la autoconmiseración.
Además de inscribirse en varios cursos técnicos y estudiar inglés, se graduó de Educación mención Nivel Inicial en la Universidad del Caribe (Unicaribe), en cuyo rector, afirma, ha encontrado a uno de sus más importantes aliados.
Y es que el camino a la superación no se transita en soledad.
Ahora que busca ayudar a las personas con discapacidad a través de Impactando Vidas, Paulino tampoco se mueve sola. Octavio Mota King, pastor de Ministerio Shalom, se encuentra entre aquellos que trabajan para impulsar el proyecto de su vieja amiga.
Mota King reconoce que, debido al “bajo nivel de conciencia sobre el trabajo social de las iglesias”, la mayoría de las congregaciones “prácticamente no trabaja con personas con discapacidad”.
Iniciativas como la cena navideña que Impactando Vidas organizó pueden marcar una diferencia.
Así lo atestiguan los asistentes.
Encuentro “Nos están tomando en cuenta”, comenta Ibarionex Castro, quien tiene discapacidad visual y preside la Unión de Personas con Discapacidad de Haina.
Castro considera que gestos sencillos como el agasajo a su sector ayudan a que las personas con discapacidad que siguen escondidas se den cuenta de que tienen un espacio en la sociedad y se motiven a salir de su escondite.
“Los ayuda en la parte sensitiva, emocional, para que cuando vean a una persona con discapacidad no vean solo la discapacidad”, afirma Elba Castillo, directora del Centro de Educación Especial Samuel, donde reciben atención 87 niños con condiciones como síndrome de Down, autismo, síndrome de Asperger, discapacidad intelectual y motora.
Su visión y propósito
El trabajo de Ysabel Paulino se enfoca en dos metas principales:
• Por un lado, quiere motivar a las personas con discapacidad para que se superen y para que, como ella tuvo que hacerlo un día, salgan de la autoconmiseración.
• Por otro lado, busca concienciar a las iglesias para que sean más inclusivas. Esto implica disponer de Biblias en sistema braille, accesibilidad, señalización para invidentes, traducción en lengua de signos y dispositivos para personas con movilidad limitada.
“Es mucho trabajo, pero Dios nos ayudará y nos dará la fuerza”, confía.
Paulino comparte su testimonio con el mundo y orienta a las personas con discapacidad -y al público general- a través del programa “Impactando vidas”, que conduce cada viernes por la emisora digital Poder 105fm.com.