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INFANCIA

Estrés tóxico, principal problema del desarrollo infantil en América Latina

El estrés tóxico es el mal principal que impide un correcto Desarrollo Infantil Temprano (DIT) en los niños de 0 a 6 años de América Latina, dijo hoy a Efe la directora operativa de la fundación Fondo Unido México, Diana García.

Esta tensión casi inconsciente que experimentan los niños la generan aquellas relaciones con el entorno familiar y social que afectan a su desarrollo físico, emocional y neuronal, apuntó. Por ejemplo, una situación de estrés tóxico se produce cuando el estatus laboral es inestable en el seno familiar del infante, las discusiones entre sus padres son constantes o existe una relación complicada en la escuela. El menor "no tiene la capacidad de controlar las variables para defenderse ante ese estrés tóxico", aseguró García a dos días de que se celebre en la capital mexicana el Segundo Simposio de Desarrollo Infantil Temprano. Dicho evento, impulsado por las fundaciones Femsa, LEGO y Fondo Unido México, reunirá a más de 150 líderes del sector privado, junto a otras personalidades del sector público, para debatir sobre las oportunidades que supone invertir en los niños de América Latina. En la primera infancia el cerebro lleva a cabo "alrededor de un millón de conexiones neuronales por segundo", pero ello no sucede cuando el menor vive una situación de estrés tóxico, explicó. Pese a que la pobreza de una gran parte de la población en América Latina empata con las carencias en desarrollo infantil temprano, la experta aclaró: "No necesariamente estamos hablando de hogares de escasos recursos", aunque estos son los más vulnerables al estrés tóxico. "El desarrollo infantil temprano debe ser una oportunidad para poder generar vínculos afectivos en cualquier niño de todos los sectores socioeconómicos", aseveró. América Latina está tratando de hacer esfuerzos incrementando su incentivo económico al desarrollo de la primera infancia con países como Colombia, Perú o Costa Rica como referencia. De acuerdo con datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Perú destina 1,6 % del producto interno bruto (PIB) al desarrollo infantil temprano, cifra que comparte con Honduras, seguidos por Costa Rica (1,5 %). México es uno de los países de la región latinoamericana que se encuentra rezagado en ese aspecto, vinculando tan solo 0,77 % del PIB nacional al desarrollo de la primera infancia. Países desarrollados como Noruega superan en sus esfuerzos económicos el 2 % del PIB. García propuso erradicar "todos los factores de riesgo que el niño pudiera tener", refiriéndose al cuidado familiar y a una correcta alimentación, además de reforzar la percepción positiva del menor. Además, "fortalecer las habilidades esenciales de los niños" como la empatía, la autoestima o la resiliencia a la hora de lidiar con el duelo, la adaptación al cambio o la fijación de metas y objetivos. En cualquier caso, las empresas y entidades públicas deben comprometerse a lanzar cápsulas de información a las familias para que puedan evitar estas condiciones de estrés tóxico y propiciar "condiciones para que los niños tengan un mejor desarrollo y plenitud en términos de integridad". Los beneficios económicos de invertir en desarrollo infantil temprano se reflejarían con el incremento de hasta un 20 % más de ingresos por familia, destacó García.

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