La Vida

PIENSO Y LUEGO ACTÚO

Belleza obsesiva

Ingrid Mora MedinaSanto Domingo

Te miras al espejo, y te vuelves a mirar; te sientes cómoda con parte de lo que ves. Elijes ponerte esa ropa que recién compraste, esa que destaca tus “atributos”.

Sales a la calle como buscando aprobación, necesitando escuchar por lo menos que luces bien. En la primera esquina escuchas a un hombre desconocido que casi descaradamente te dice: “¡Wao, mami, qué bien te ves!”. Disimulas tus emociones ante el piropo, pero no puedes negar que eso te hizo sentir bien; sin embargo, esa satisfacción te dura poco, algo te hace dudar de tu belleza, quizás porque minutos después ves a otra mujer que tiene justo las piernas que tú desearías tener. Te miras al espejo y te vuelves a mirar, es algo agotador, pero pareciera que no lo pudieras evitar.

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