La Vida

CUIDADO DE LA PERSONA ENFERMA

¿Por qué el paciente interno tiene riesgo de desnutrirse?

El 74 % de los pacientes en estado crítico en los hospitales de Latinoamérica sufre desnutrición moderada a grave, según un estudio publicado en agosto pasado en la revista médica Critical Care, que determinó que los hospitales carecen de servicios de apoyo nutricional clínico suficientes.

El estudio recopiló datos de 1,053 pacientes en 116 hospitales ubicados en ocho países de Latinoamérica.

El riesgo de malnutrición en pacientes hospitalizados fue el tema escogido por la Academia Americana de Nutrición Enteral y Parenteral (American Society for Parenteral and Enteral Nutrition, ASPEN) para su semana de la concienciación sobre la malnutrición 2017, que conmemoró la semana pasada.

¿Por qué es importante esta conmemoración? “Porque hay muchas personas que se alimentan, pero no se nutren adecuadamente”, responde Luis Felipe Santana, nutriólogo clínico del centro Guardianes de la Salud.

Esa deficiencia afecta con frecuencia a las personas ingresadas en centros de salud. Estas no necesitan únicamente la alimentación regular del día a día, sino también calorías adicionales y nutrientes específicos para que su organismo haga frente a la situación de estrés que representa la enfermedad. Sin embargo, según Santana, muchos centros de salud no ven la nutrición como un factor de interés médico.

“Si evaluamos la dieta que reciben los pacientes aquí -asegura-, normalmente es deficiente”.

Factores

La enfermedad es un factor de estrés en sí misma y, excepto en los casos de pacientes en estado crítico o en coma, una persona enferma consume más calorías de lo habitual. Pero existen condiciones médicas que aumentan el riesgo de desnutrición incluso en personas ingresadas en clínicas y hospitales.

Santana cita a los pacientes afectados por problemas de las vías digestivas, quienes, a corto o largo plazo, pueden desnutrirse.

Enfermedades crónicas como el cáncer no solamente tienen una demanda alta de calorías; producen sustancias que predisponen a desnutrición y a caquexia, el estado más extremo de pérdida de peso.

De hecho, según el nutriólogo, la mitad de los pacientes con cáncer sufre desnutrición y de esta cifra aproximadamente un 40 por ciento padece caquexia.

“Muchos de los pacientes de cáncer mueren por la desnutrición y no por la enfermedad en sí”, afirma el médico.

Medicamentos que producen falta de apetito contribuyen con cierto nivel de desnutrición y, por eso, hay que tomar en cuenta qué está consumiendo en paciente.

A algunos pacientes que van a cirugía de emergencia, como aquellos con traumatismos o heridas, que deben ser operados del intestino, se les deja sin alimentación y eso afecta su estado nutricional. Ahora, sin embargo, se sugiere darles una alimentación oportuna, lo más rápido posible, porque eso mejora su pronóstico “enormemente”.

Por otro lado, la alimentación en algunos centros de salud suele ser deficiente. No incluye la cantidad adecuada de proteínas y vegetales o simplemente no es del agrado del paciente, que la rechaza y desmejora.

Los niños, que por encontrarse en una etapa de crecimiento tienen mayores requerimientos nutricionales que los adultos, constituyen la población más vulnerable. Muchos reciben una alimentación inadecuada desde su nacimiento y cuando enferman e ingresan a un hospital llegan ya en estado de desnutrición.

Intervenciones

“Los hospitales y los centros de salud privados tienen que prestar atención al tema de la alimentación”, enfatiza Santana.

Deben tener dietas estándares para determinadas condiciones médicas como la diabetes y los problemas renales o para pacientes posquirúrgicos.

Pero la solución al problema de la desnutrición en pacientes hospitalizados no se limita a revisar el menú. Una de las intervenciones más simples consiste en hacer un cribado nutricional.

“El cribado nutricional es distinguir el paciente que tiene riesgo de padecer desnutrición porque, si me llega un paciente y está en buen estado nutricional, yo debo garantizar ese estado mientras esté en el hospital”, explica Santana, quien es miembro de la Sociedad Dominicana de Nutrición Clínica y Metabolismo (Sodonuclim), entidad que está llevando a cabo una campaña contra la malnutrición.

Medidas tan simples como pesar y tallar al paciente en el momento de su ingreso, además de llenar un formulario con información sobre su estado nutricional, ayuda a determinar su riesgo o detectar si ya se encuentra desnutrido (“que pasa mucho en nuestro país”, señala Santana).

Si el paciente pierde hasta un 5 por ciento de su peso en un corto período de tiempo, hay que referirlo al nutriólogo, advierte Santana. El problema es que, si ni siquiera lo pesan cuando se le ingresa, el especialista no tiene un punto de referencia para determinar cómo ha sido la evolución del enfermo.

Puede ser necesaria la suplementación por vía oral, enteral (a través de un tubo directo al intestino) o parenteral (como si fuera un suero).

“Lamentablemente”, se queja Santana, “muchas veces en los hospitales los nutriólogos recibimos a los pacientes tarde, cuando ya están en desnutrición”.

Consejos ¿Tienes un pariente hospitalizado?

. Pregunta por la nutrición de tu pariente

. Pide al personal médico que lo pesen

. Vigila sus variaciones de peso durante su estadía en el hospital

. Presta atención a su alimentación y estado de ánimo: ¿ha dejado de comer?, ¿se siente decaído?, ¿ha perdido las fuerzas?

Estado nutricional de niños y niñas

Con relación a la condición de salud de los infantes, estas son señales de alerta para los padres:

. Si el niño no está creciendo adecuadamente o no está ganando peso

. Si sufre desánimo repentino

. Si tiene alguna afección que le quita el apetito

. Si come menos de lo habitual

. Si duerme más de lo normal