La Vida

PROCEDIMIENTOS SEGUROS

Cirugías reconstructivas para cubrir cicatrices

Estefany Rodríguez VierSanto Domingo

Las cirugías estéticas van más allá de “poner o quitar” para embellecer, estas van muy relacionadas con los procedimientos reconstructivos y reparadores, los cuales podrían tapar cicatrices con técnicas que son parte de esta ciencia.

Según el cirujano plástico, reconstructivo y estético Rafael Estévez Hernández, cualquier cicatriz puede ser tratada tomando en cuenta la extensión. Si son suturas quirúrgicas, por una laceración o cortadura con una dimensión de no más de tres centímetros de anchura, no importa la longitud (en una zona que tenga buena flexibilidad) se puede trabajar en ella.

Comenta que la primera opción y más sencilla para disimular una cicatriz es la revisión simple que consiste en remover la cicatriz anterior y volver a cerrarla. Tiene la ventaja de que se utiliza en casos de cicatrices anchas que no tienen ningún tipo de retracción o no están elevadas, lo que se conoce como queloide.

En cuestiones más complejas en las cuales hay contracturas se utilizan dos técnicas: Z-plastia y W-plastia. En la primera lo que se hace es cambiar la dirección, al mismo tiempo que se alarga, haciéndola ligeramente más extensa, pero más relajada, entonces visualmente se obtienen mejores resultados, afirma el cirujano. Suele emplearse en cicatrices a niveles de pliegues, donde se forman bridas que impiden abrir una articulación.

Mientras que, para cicatrices faciales se utiliza más la W-plastia, que convierte una cicatriz larga en múltiples consecutivas.

Empero, cuando las heridas son muy extensas, y no se puede unir la piel en los lados, es decir, al extraer el costurón la piel que debería cerrar no es suficiente, se recurre a un injerto (se toma piel de otra parte del cuerpo para ponerla en la zona afectada, podría parecer un parche en la piel), o colgajo (se levanta y se mueve tejido de otra parte del cuerpo a donde está el defecto pero sin desconectarlo, lo que asegura que circule la sangre).

Hilo fino para ocultar gruesa cicatriz En ocasiones, una simple herida podría aumentar su tamaño y dejar como resultado una cicatriz que se percibe a simple vista, por su grosor y aspecto elevado. Esto podría ser queloide.

Se define como una cicatriz que sale del borde de la herida original. Por ejemplo, una herida de un centímetro podría aumentar en tamaño y llegar a tres centímetros; esto se produce porque los fibroblastos (células responsables del recambio y degradación de colágeno) en cierta manera, se quedan en automático, produciendo más colágeno del necesario y matriz de cicatriz. Esto provoca que la herida sobresalga de la piel, explica Rafael Estévez, cirujano plástico.

Agrega que esto ocurre en un 6% de la población. Está muy ligado a la genética y las pieles oscuras tienen más tendencia a un queloide que las pieles claras. Existen zonas del cuerpo que son más propensas a hacer queloide, como es el caso del esternón (medio del pecho) y el hombro.

Si una persona tiende a hacer queloide y desea tapar una cicatriz, se realiza una revisión simple con hilo fino retirado temprano y se le da seguimiento cercano a la piel. A las dos semanas se inicia un tratamiento con esteroides para evitar la proliferación de fibroblastos, señala.

Tags relacionados