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VIDA SANA

La obsesión por los músculos

La vigorexia surge de la sensación de bienestar que produce el ejercicio y de la fijación por querer perder peso o aumentar masa muscular. Este trastorno de la conducta es algo de cuidado

Fijación. La obsesión por los músculos lleva a la persona afectada a realizar ejercicios de gran intensidad.

Fijación. La obsesión por los músculos lleva a la persona afectada a realizar ejercicios de gran intensidad.

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Juan Carlos SimóSanto Domingo

En la actualidad lucir una figura atlética es el ideal de muchas personas y es una de las razones por las cuales los gimnasios se hacen cada vez más populares.

Sin embargo, muchas veces esta meta se convierte en una obsesión, y da paso a lo que se conoce como vigorexia o adición al ejercicio. Esta surge de la sensación de bienestar que produce el ejercicio y de la fijación por querer perder peso o aumentar masa muscular.

Este trastorno de la conducta definitivamente es algo de cuidado.

¿Cuáles son los síntomas de la vigorexia?

Comenzar a priorizar y decir que nada es negociable en relación al gimnasio, decidir que esta es la actividad más importante.

Las rutinas que hace la persona son de gran intensidad y fuertes.

Si comienza a ausentarse de actividades familiares y de amigos e inclusive da prioridad a entrenar por encima de cualquier compromiso laboral.

Si le cuesta dejar pasar un día sin entrenar.

¿Quiénes suelen padecer vigorexia?

Aquellas personas que acuden asiduamente al gimnasio y ven que su plan, por más duro que sea o por más esfuerzo que hagan, nunca llena sus expectativas. En vez de hacer una revisión objetiva tomando en cuenta todos los factores, piensan que el factor faltante no es ni siquiera la comida o respetar el descanso, sino más actividad física, y es cuando se crea una adicción a los ejercicios. Aunque ya no tenga los resultados deseados, la persona no puede dejar de hacerlo.

¿Qué genero tiene mayor propensión?

En principio eran los hombres; hoy en día son más las mujeres. Por lo general las mujeres consiguen resultados y se ven perfectas, pero quieren más.

¿Actualmente hay mayor propensión a la vigorexia?

Claro que sí. Nada más hay que ver las redes sociales. Ahora todo el mundo comienza a ver músculos que no tiene y se hace “selfies” en los ascensores, en los gimnasios...

El culturismo es algo bonito y el amor al cuerpo es parte del amor propio particular, siempre y cuando no sea excesivo y no se descuiden otros aspectos importantes de la vida.

Es un asunto de equilibrio. Respetarse, comer lo que se necesita, descansar y valorar el cuerpo es algo admirable.

¿La vigorexia puede traer problemas de salud?

Claro que sí. Crea trastornos emocionales, la gente se fatiga mucho, prefiere dejar de dormir para levantarse en la mañana a tomarse una pastilla de quemador de grasa y a caminar. En muchos casos las mujeres hacen dietas tan extremas que llegan a un estado de inanición, envejecen prematuramente y hasta disminuyen su fertilidad.

Es un asunto de identidad, ahora todos quieren ser como el otro. Todos tenemos el potencial de un súper cuerpo, pero su súper cuerpo, su súper forma. Quizás lo más importante no es cómo te ves, sino lo que puedes hacer con tu cuerpo y cómo te sientes, ya la parte estética es un valor agregado, no primario.

¿Cómo se puede tratar la vigorexia?

En primer lugar hay que ver a un especialista en trastornos de la conducta, y reconocer que hay un problema, porque si no se reconoce no va a funcionar nada.

Consecuencias de la vigorexia

Lesiones: la sobrecarga y el poco descanso pueden generar lesiones en los huesos, tendones, músculos y articulaciones.

Cuerpo desproporcionado: muchas veces las personas con vigorexia entrenan más una parte del cuerpo que la otra, lo cual causa una desproporción evidente. También está el caso de que los músculos crecen mucho y entonces la cabeza luce pequeña en relación al resto.

Trastornos metabólicos: para quienes se ejercitan el consumo de proteínas es sumamente importante, así como de otros nutrientes a los que les dan prioridad por encima del resto, causando un desequilibrio que genera trastornos metabólicos.

Disminución de la fertilidad: esto sucede sobre todo cuando además de entrenar se usan anabólicos, lo cual puede causar irregularidades menstruales, atrofia testicular y disminución en la formación de espermatozoides, entre otros.

JUAN CARLOS SIMÓ, COACH Especialista en rehabilitación funcional, nutrición para transformación estética y prevención de enfermedades; entrenador de la fuerza y transformaciones de estilos de vida.

En la web: jcsimo.com

Instagram: @jc_simo

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