La Vida

ENTREVISTA

Frankétienne: “No pienso más en el Nobel”

El escritor y pintor haitiano, uno de los principales representantes de las letras latinoamericanas, conversa con LD sobre arte, literatura y el futuro de la humanidad. Su muestra “Vibraciones” está abierta hasta finales de mayo en el MAM

Frankétienne comenzó a publicar sus primeros poemas a partir de 1960. Es la primera vez que expone su trabajo pictórico en RD. ©Yaniris López/LD

El hombre que dice que el desorden es también una fuente de inspiración y que la indiferencia y la apatía no promueven cambios en el mundo estuvo de visita en República Dominicana.

Nos lo topamos en la caseta de la Embajada de Haití, el penúltimo día de la XX Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2017 (FILSD): impecable, fresco, cordial, con abalorios “cristianos” sobre el pecho y un aura de inspiradora calma que dista un poco de su discurso pesimista y provocador.

Porque el escritor, pintor, músico, dramaturgo y pensador haitiano Frank Étienne (Frankétienne) no teme compartir con el mundo su apesadumbrada percepción –él dice que no es pesimismo- de la humanidad y casi todo lo que esta palabra representa hoy día.

Nacido en Haití en 1936, es el intelectual más importante y popular de su país, autor de la primera novela escrita en creole haitiano (Dézafi, 1975) y fundador, junto a los poetas Jean-Claude Fignolé y René Philoctète, del movimiento filosófico y estético conocido como el Espiralismo.

Artista de la Paz por la Unesco, Embajador de la Cultura de Haití y Premio Príncipe Claus, en su portafolio hay más de 50 obras que incluyen poesía, obras de teatro y toda forma de narrativa. Pese a su reconocida postura crítica sobre Haití como nación, siempre ha vivido allí, en Puerto Príncipe.

Cuando hace varios años su nombre comenzó a figurar entre las quinielas de los posibles candidatos al Nobel de Literatura, en lugar de mostrarse apático Frankétienne aceptó las campañas de promoción, reconociendo que un premio así serviría para visibilizar a su Haití y darle ánimo a los habitantes de un país que desde su criterio nunca ha arrancado como nación: que es pero no es, que existe pero no existe.

Al verle en la FILSD le preguntamos si tendría la amabilidad de respondernos algunas preguntas. Contesta que sí, pero que las hagamos despacito porque no habla mucho español y debido a un accidente cerebrovascular solo escucha bien de su oído izquierdo. Son tantas las preguntas que una quisiera hacerle a Frankétienne…

Arte, literatura y humanidad

Aunque Frankétienne ha visitado República Dominicana en 17 ocasiones, es la primera vez que lo hace para presentar al público su faceta como pintor. En la segunda planta del Museo de Arte Moderno (MAM) inauguró el pasado sábado 29 de abril su individual “Vibraciones”, con 24 óleos sobre tela de 16 x 12 pulgadas. Allí muestra sus inconfundibles trazos, ondas que hablan, figuras que susurran, su pasión por la gente y los paisajes caribeños…

La mayoría de los cuadros fueron realizados especialmente para esta exposición, nos dice Frankétienne. Pero es una pena, agrega, que el público dominicano no haya podido apreciar “lo esencial” de su trabajo.

“Mi trabajo esencial fue ejecutado en yeso, una pasta, y en grandes dimensiones; esas pinturas son más intensas y fuertes que estas pequeñas”.

¿Sigue esperando el Nobel? (Frankétienne lanza una sonora carcajada antes de ponerse serio y responder): El Nobel ha dejado de ser una obsesión para mí, después de que se le dio el Premio a un cantador americano, Bob Dylan. Nunca ha escrito un libro y obtuvo el premio. Es una mascarada. He confirmado que el libro, ante el desarrollo exagerado de las técnicas modernas, se está muriendo. Como la civilización humana, que tiene que desaparecer por causa de la mundialización depredadora.

Su visión del mundo sigue siendo muy pesimista. No es pesimismo, es realidad. El ser humano está obsesionado por el dinero, por el petróleo, por el oro, y ahora todas las estructuras, todos los elementos de una eventual guerra nuclear, todos los elementos, te digo, están presentes.

¿Y qué cree usted que podría salvarnos, qué podría motivar un cambio? La espiritualidad. No digo la religión, pero sí la espiritualidad, porque Dios está en cada uno. Dios es una energía. Todo el planeta está en una crisis peligrosa.

DE INTERÉS. “Vibraciones”, un paseo por formatos pequeños realizados entre 1987 y 2017, permanecerá abierta todo el mes de mayo. El MAM abre de martes a domingo de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.

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