Psicología
Cómo debe ser la crianza de hijos en la modernidad
En estos días hemos podido leer y observar cómo el mundo gira cada vez más en función de lo virtual.Las redes sociales y la influencia de algunos grupos de Internet en nuestros niños, adolescentes, y hasta en los adultos es una amenaza si no sabemos canalizar el aporte de los avances.
Existen multiples bondades en la modernización que ofrecen facilidades a través de la tecnología sobre todo, en la comunicación a distancia. Sin embargo, debemos cuestionarnos: ¿Estamos los padres listos para educar en función a esta modalidad, en la que cada vez más, vemos cómo se exponen nuestros jóvenes a ser acosados, manipulados y seducidos por grupos que se crean a través de la Internet?
Posiblemente alejarlos de este estímulo, para algunos sea parte de la solución. En cambio, estaríamos queriendo tapar el sol con un dedo. Entiendo que, a pesar del miedo que puede provocar en los adultos tener que responder preguntas que van más allá de: “Como nacen los bebes”, debemos entrenarnos y aprender un nuevo método de formación que nos ayude y eduque para poder responder a la crianza de nuestros niños y adolescentes, en un mundo donde la información está a la distancia de un ‘enter’ y donde a pesar de los grandes beneficios que representa tener información inmediata a sus curiosidades, también existen respuestas erradas, confusas y distorsionadas que lleva al joven a crearse un concepto negativo y funesto sobre el sexo, las relaciones, y hasta la vida misma, al igual que otros temas básicos en la formaciones de seres humanos funcionales y sanos.
Hace un buen tiempo que, ‘los retos’ son un tema entre los adolescentes. Recientemente vemos cómo algunos fungen igual que sectas que durante una serie de acciones dirigen a la audiencia (mayormente adolescente) a realizar retos que terminan con la vida.
Retos para los padres El reto de la vida real es otro y lo tenemos que asumir los adultos que rodeamos a los menores. Padres, madres, maestros y la sociedad completa están emplazados a compromoterse.
El verdadero reto es educar en valores, ayudar a que los niños crezcan con buenos niveles de autoestima.
El reto es enfocarnos en formar individuos que aprendan a comunicarse, a comunicar y reconocer sus emociones. Abrir los canales de comunicación es una tarea de los adultos.
El reto es el tiempo. Ya no basta con la calidad de tiempo. Nuestros niños y adolescentes requieren de calidad y cantidad. A pesar de la necesidad de ser productivos como adultos, debemos encontrar un equilibrio y poner atención a las necesidades emocionales y psicológicas de nuestros hijos.
El reto es poner reglas y límites claros. Involucrarse más con los amigos, en la escuela, en las actividades de ellos, a través del respeto que debe fluir en ambas direcciones.
El reto también es escucharlos, observarlos, aprender a leer su lenguaje no verbal.