Desarrollo
Espacio para anidar niños con parálisis cerebral
No hay obstáculo cuando se quiere ayudar a los demás. Aunque una experiencia vivida puede ser el empuje, hace falta más que eso para poner a andar un proyecto cimentado en el esfuerzo y el sacrificio.
Eso es lo que ha pasado con Mónika Despradel, una mujer que se ha comprometido con los infantes que padecen parálisis cerebral y que necesitan una mano amiga para ‘anidar’ una mejor calidad de vida.
El primer paso que dio Despradel para contribuir con esta causa fue crear la Fundación Nido para Ángeles, la que para echar andar le ha valido una entrega sin tregua, pero con muchos frutos.
Uno de los más recientes que consecha es el inicio de la construccion de la nueva sede de la entidad. “Para este logro hemos tenido que trabajar muy duro, y aun así carecemos de recursos para conseguir la ampliación que queremos, que es la que nos permitirá dar una mayor y mejor respuesta a los infantes con esta condición”, explica.
Sin embargo, Despradel tiene fe en Dios y confianza en la sensibilidad de la población para que sea una realidad el disponer de una estructura que les permita realizar una labor más completa y ampliada.
Recuerda que el objetivo principal de la fundación es elevar la calidad de vida de las niñas y los niños diagnósticados con esta condición. Cuenta que esta posibilidad se lleva a cabo gracias al acuerdo interinstitucional establecido con los miembros del Patronato Dulce Milagro, quienes al igual que la fundación tienen como propósito aportar a la calidad educativa de niños y jovenes con condiciones especiales.
Explica que la alianza establece que el patronato cede un espacio para que la fundación pueda crecer e implementar nuevas metas y funciones, ahora fortaleciendo la parte educativa. Este punto se lo agradece a un convenio realizado con el Ministerio de Educación, el cual contempla la atención educativa especial a 200 niños y niñas con parálisis cerebral.
“Esperamos que éste sea un lugar de referencia, donde muchas familias puedan encontrar la garantía de derechos que su hijo o hija necesita y donde gracias a las posibilidades que da el espacio podrán tener educación y terapias habilitadoras en el mismo recinto”, resalta Despradel.