Medio Ambiente
Una filosofía educativa por la sostenibilidad
Unibe tiene eniciativas que han dado como resultado proyectos trascendentales, como la consolidación de un Departamento de Servicio Comunitario.
La sostenibilidad es un término que ha cobrado fuerza en los últimos tiempos. República Dominicana no se ha quedado atrás cuando de poner en práctica este concepto se trata. Sin embargo, cuando pocos conocían de la importancia de la preservación del medio ambiente, ya la Universidad Iberoamericana (Unibe), daba pasos firmes para contribuir a su conservación.
Tanto es así que, desde sus inicios en el año 1982, su fundador, el doctor Jorge Abraham Hazoury Balés, tuvo la visión de trazar los lineamientos para que la casa de altos estudios priorizara sus aportes a la conservación del medio ambiente como parte del mejoramiento de la calidad de vida de las personas.
La filosofía de la institución comenzó a percibirse desde su campus verde, y a definirse a través de acuerdos firmados con instituciones que trabajan el tema, así como mediante campañas institucionales para promover el cuidado del medio ambiente, el reciclaje, la investigación y el abordaje multisectorial y multifactorial en pro de crear consciencia colectiva entre sus estudiantes.
Hoy en día la visión del doctor Hazoury Balés ha dado frutos tangibles. La Unibe ha logrado consolidar sus proyectos internos, y el resultado ha sido una efectiva relación entre la universidad con los sectores público y privado.
Con una filosofía educativa por la sostenibilidad ha logrado concretar sus pretensiones. Dispone del Departamento de Servicio Comunitario. Su coordinador, Rubén Darío Gómez, informa que las acciones emprendidas desde una universidad deben considerar de manera primaria, el ser humano.
Desde su punto de vista: “Una institución de educación superior no puede desarrollarse íntegramente sin un intercambio con las comunidades de su entorno. Mediante estrategias de aprendizaje basado en el servicio, y con proyectos de acción social aportamos para encontrar soluciones a las problemáticas comunitarias, y conectar con la realidad nacional del país”, puntualiza Gómez.
Cada proyecto se desarrolla desde la Vicerrectoría Académica, las 16 Escuelas, el Departamento de Servicio Comunitario, Ciclo General y la Dirección de Planificación y Desarrollo Institucional; todos bajo los lineamientos del Plan Estratégico Institucional y del Comité de Sostenibilidad Ambiental de la institución.
La biodiversidad en el campus también es importante, y es ahí donde mediante un proyecto manejado y supervisado por el profesor Simón Guerrero, la institución dispone de plantas endémicas en su campus.
Lo que abarca la sostenibilidad Rafael Vargas, encargado de la Dirección de Planificación y Desarrollo Institucional sostiene que medir la sostenibilidad es contar con indicadores económicos, ecológicos y sociales. “Eso sí, no podemos tratarlos como tres conceptos separados, sino como un metaconcepto”, señala el catedrático.
Explica que para consolidar estos tres grandes conceptos, en la institución han elaborado un Plan Táctico alineado al Plan Estratégico Institucional y, en base a ello han desarrollado cinco grandes objetivos y 33 proyectos, medidos con 22 indicadores puntuales que alertan e informan el status de cada objetivo.
“Para lograr los objetivos, nuestro Comité de Sostenibilidad Ambiental se reúne dos veces cada semestre y, de esta manera, damos respuestas científicas a situaciones ambientales que se dan dentro del campus y que impactan fuera de él”, resalta Vargas.
Iniciativas de apoyo La sostenibilidad medioambiental forma parte del currículo desde la fundación de la Universidad. En el año 1989 se instauró el premio de UNIBE Ciencia Ambiental, con motivo del Día Mundial del Ambiente. Milagros Rodríguez, coordinadora del Comité de Sostenibilidad Ambiental dice que el primer trabajo ganador del premio fue una recopilación de datos titulada ‘Legislación Ambiental en República Dominicana’. Agrega que: “Nadie se había ocupado de hacer una recopilación de la legislación que había en ese sentido, a tal punto que, cuando trabajamos el informe nacional para la cumbre de la tierra en Brasil, hacia el año 1992, consultamos ese trabajo. Aún no estaba la Ley 64-00 que es la actual ley de Medio Ambiente”.
Manifiesta que desde ese tiempo y hasta ahora, los jóvenes se han interesado cada vez más en estos temas, lo cual demuestra que esa semilla que fue sembrada en 1982 ha ido dando frutos en la conciencia de los egresados de las aulas de esta universidad y su descendencia.
Agrega que un ejemplo de ello es uno de los trabajos presentados en 2014 del joven José Elías Pérez Silva, de la Escuela de Comunicación Publicitaria, quien identificó una manera fácil y efectiva de ahorro de agua, reduciendo el caudal, simplemente moderando la llave de paso. Rodríguez finaliza diciendo que: “Estamos trabajando en varios aspectos: hay que sensibilizar llevando un mensaje para que las personas se sientan involucradas; hay que difundir lo que se está haciendo usando todos los recursos posibles, sobre todo la tecnología, y lo más importante, hay que concretar esta filosofía como lo estamos haciendo a través de acciones como el cambio de bombillas (Led), el sistema de Aulas Verdes, aulas climatizadas con cristales especiales, el manejo y tratamiento del agua y el manejo de los desechos a través de las tres Rs: Reducir, Reusar y Reciclar”.