La Vida

¿QUIÉN ESTÁ EDUCANDO AL PUEBLO?

“La alegría del amor”

Maruchi R. De ElmúdesiSanto Domingo

El pasado 19 de marzo, Solemnidad de San José, de este cuarto año del pontificado de S.S. Francisco y en el Jubileo extraordinario de la Misericordia, en el Año de la Misericordia, dio a conocer su Exhortación Apostólica Postsinodal, sobre el amor en la familia, o La Alegría del Amor (Amoris Laetitia).

El periodista inglés Austen Ivereigh, biógrafo del Papa Francisco en visita a nuestro país en estos días, ha dicho de esta maravillosa Exhortación que “La exhortación apostólica “Amoris Laetitia, es un documento que recoge el proceso de lo que fue el sínodo, que ha sido por cierto el proceso eclesiológico de discernimiento más importante después del Concilio Vaticano II, realmente fue una discusión libre, honestaÖ El documento recoge el consenso de este sínodo de los Obispos, que no cambia la ley, no cambia la doctrina sino que defiende un nuevo espacio de libertad en la aplicación de la ley a situaciones individuales, y eso es muy importante, es una clave para entender el pensamiento y la visión del PapaÖla crítica principal al Papa Francisco desde la derecha conservadora católica, especialmente norteamericana, es que él no está siendo claro, porque para ellos el modelo del Papa debe ser la claridad, pero para Francisco la prioridad (como Jesús, digamos) no es la claridad, sino que la gente conozca a Dios, para él es la misericordia y la cercanía.”

En “La Alegría del Amor”, el Papa la entiende como “una propuesta para las familias cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y de la familia, y a sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia. En segundo lugar, porque procura alentar a todos para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y gozo. También sugiere que sea aprovechada su lectura, tanto por las familias como por los agentes de pastoral familiar, que se profundice pacientemente parte por parte buscando en ella lo que puedan necesitar en cada circunstancia concreta. A los matrimonios les recomienda los capítulos cuarto y quinto, y a los agentes de Pastoral el sexto. Y que todos se vean muy interpelados por el capítulo octavo. Espera que cada uno, a través de la lectura, se sienta llamado a cuidad con amor la vida de las familias, porque ellas, “no son un problema, son principalmente una oportunidad.

En estos próximos días tendremos la visita de los miembros de la OEA, quienes vienen con propuestas claramente de espalda a nuestra cultura cristiana. Debemos pues estar bien preparados para defender nuestros valores y no permitir que de tierras extranjeras se quiera uniformarnos con las mentalidades en contra de la Vida y de la Familia. ¡Amén!

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